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Producción ecológica: retos

  • Los productos ecológicos ofrecen una dieta más saludable y un medio ambiente sostenible

Producción ecológica: retosEl consumo interno está  muy poco desarrollado

Producción ecológica: retosEl consumo interno está muy poco desarrollado

Según las últimas cifras oficiales publicadas recientemente por el Ministerio de Agricultura, en España el sector ecológico continúa creciendo en todos sus ámbitos, elaboración, consumo y producción, alcanzando en superficie de casi dos millones de hectáreas (1.968.570 Ha) y afianzando un año más su liderazgo europeo. Entre 2013 y 2014, el número de industrias ecológicas en España aumentó en un 8,44%, pero no ha sido hasta 2015 cuando se han alcanzado las 5.825 actividades industriales, lo cual ha supuesto un incremento del 15% respecto al año 2014 y un 13% en número de elaboradores.

Dada la gran relevancia del sector de las industrias y elaboración ecológica en España, Ecovalia e Ifoam EU han organizado en Sevilla la IV Conferencia Europea de Elaboración de productos ecológicos, celebrada en noviembre, a la que asistieron más de 180 empresas ecológicas procedentes de 15 países y en la que expertos trataron temas relacionados con los retos a los que el sector ecológico en Europa debe enfrentarse. En la Unión Europea (UE-28), el número de industrias elaboradoras ecológicas ha aumentado considerablemente en 2014, con unas 8.000 industrias elaboradoras más que en 2013, esto significa un aumento del 17,3% en un solo año.

Estos datos reflejan que en España, dado el alto número de productores, tiene una gran oportunidad de aumentar el número de industrias elaboradoras ecológicas ya que la materia prima ecológica se encuentra en el territorio español. Actualmente, aunque la mayoría de las producciones primarias ecológicas en España se exportan, esta tendencia va cambiando a favor del mercado nacional, reduciendo del 80% al 76% las exportaciones.

En España existe una gran capacidad de producción y, sin embargo, no cuenta con suficientes industrias para transformar o en los casos más sencillos para envasar el producto. Esto es un indicativo de que el valor añadido de estas producciones se está obteniendo en otros países donde se termina empaquetando el producto ya producido y elaborado en España.

Otra información relevante para entender la situación actual en España es que las grandes industrias convencionales ya están incorporando la producción y comercialización ecológica en sus estrategias, con el fin de ocupar el mercado interno cuando empiece a despegar en España. Recientes anuncios publicitarios en televisión y la presencia de productos ecológicos de conocidas marcas en los supermercados son una muestra de esta estrategia empresarial.

El desarrollo no afecta por igual a todos los elaboradores. La estructura industrial ecológica sigue estando mucho más desarrollada en unos sectores que en otros, siendo los de manipulación y transformación de frutas y hortalizas, el de vinos y el de aceites, los que cuentan con mayor número de establecimientos industriales.

El incremento del número de establecimientos industriales ecológicos se ha producido tan sólo en industrias orientadas a productos de origen vegetal. Esto es un indicador de que existen problemas para la comercialización de productos de origen animal que deben ser analizados con mayor detenimiento para evitar su desaparición y las graves consecuencias sociales y medioambientales que conllevaría.

El 71,5% de los establecimientos industriales ecológicos se ubican en cinco comunidades: Andalucía (1.181), Cataluña (1.009). Comunidad Valenciana (611), Castilla-La Mancha (457) y Murcia (349). Y otras ocho regiones (Aragón, Castilla y León, País Vasco, Galicia, Madrid, Islas Baleares, Navarra y La Rioja) se repartirían un 21,6% del número de establecimientos industriales. Al comparar la ubicación de la producción ecológica con la de los establecimientos industriales ecológicos, se observa un alto grado de equilibrio geologístico entre producción y transformación; aunque dicho equilibrio ya no sería tan alto si se compara entre zonas de producción y zonas de consumo.

Una de las asignaturas pendientes es el consumo interno de productos ecológicos que actualmente está poco desarrollado. En un estudio de mercado realizado por Organic Monitor estima que durante 2013 en España se alcanzó un consumo per cápita anual de 21 euros. Esta cifra contrasta con nuestro entorno europeo donde Suiza se encuentra a la cabeza con un gasto de 210 euros anuales, seguida de Dinamarca con 163 euros y Luxemburgo con 157 euros.

De todas formas, aunque el consumo de productos ecológicos está creciendo paulatinamente, la mayor parte de los consumidores no son conocedores de las implicaciones de elegir un producto ecológico en la cesta de la compra. Es necesario poner en marcha campañas de sensibilización para mantener e incrementar el consumo interno y contribuir así a la salud de los ciudadanos y a la sostenibilidad de la cadena agroalimentaria y por lo tanto del medio ambiente. De especial interés por sus implicaciones en la salud es el uso de ingredientes ecológicos en los hospitales y en la alimentación de bebés y niños. Por ejemplo, el Hospital Regional Universitario de Málaga es el primer público español que ofrece un menú ecológico certificado para sus pacientes. Concienciar no sólo del consumo de productos ecológicos, sino de la importancia de una alimentación saludable puede mejorar la recuperación de enfermos y garantizar un adecuado desarrollo de nuestras futuras generaciones.

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