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El artífice de la repoblación de perdiz roja autóctona

  • Vicente Sánchez, amante de los animales y la naturaleza, es el capataz de la granja municipal de Bacares

  • La última camada fue de 300 polluelos

Vicente Sánchez, el capataz de la granja municipal de perdices de Bacares, junto a las gavias.

Vicente Sánchez, el capataz de la granja municipal de perdices de Bacares, junto a las gavias. / m. j. uroz

Vicente Sánchez es un vecino de Bacares gran amante de los animales y de la naturaleza, sobre todo de la perdiz roja, de la que conoce a la perfección sus hábitos. Por ello quien mejor que él para dirigir la granja municipal de perdices de este municipio, que desde 2012 ha visto nacer a varios cientos de polluelos, llamados perdigones, destinados al reclamo o para repoblar cotos con el sello de calidad de la Sierra de Los Filabres.

La cinegética está en auge y en Bacares las inversiones para esta modalidad deportiva son cada vez más. De hecho, su Ayuntamiento fue el primero en poner en marcha este tipo de complejo del que Sánchez es capataz. En estos cuatro años la granja cada vez tiene más peso y este 2016 ha incrementado su producción, además de las ventas. "Este año han nacido unos 5.000 perdigones de las 170 parejas que tenemos", explica Sánchez, quien adelanta que la intención es ampliar hasta 400 en 2017.

El trabajo en una granja es complejo y requiere de una gran técnica. Una vez las crías rompen los huevos el proceso de manipulación pasa por el traslado de las gavias a la incubadora, el marcaje para saber la procedencia a modo de trazabilidad, y el posterior vuelco a las cestas de nacimiento.

A diario es necesario controlar la humedad y temperatura de las instalaciones en aras de sacar la camada con éxito. Aquí no hay descanso, el cuidado de estos animales requiere de los 365 días del año.

La última camada que nació en la granja fue el 30 de julio, cuando 300 pollos salieron del huevo y hoy crecen en semilibertad a la espera de alcanzar el grado máximo de maduración para ser comercializadas.

Sin embargo, este año "las parejas han estado poniendo huevos hasta el 5 de septiembre, algo fuera de lo común, pues el periodo normal va de abril hasta que los días comienzan a alargarse en verano".

Los polluelos comienzan a volar cuando apenas cuentan con 12 o 14 días de vida y su venta se realiza entre los 5 y 12 meses de edad. En la granja pasan por cinco fases en el crecimiento: iniciación, medicalizado, transición, crecimiento y mantenimiento.

Desde el Ayuntamiento aseguran que la intención es producir más de 10.000 aves al año con el objetivo de poder repoblar el monte con la especie autóctona, la perdiz roja, que en los últimos años escasea en esta sierra debido al clima y a la sequía, cuestiones que han provocado una acusada despoblación.

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