Almería

Abandona a su perro porque su hija suspendía

  • Cabras, lobos, burras, gatos, monos, ponis o mochuelos han pasado por el complejo

  • Pretextos comunes son alergias y no tener tiempo para cuidarlos

  • Lo cierto es que sobran en el hogar cuando son grandes y en vacaciones

Aquel que dé por entendido que en Almería existe una 'perrera municipal', cambiará de opinión tras leer este reportaje. Sí, hay perros, y es el animal más común en número, pero es imposible imaginar la variedad de animales de los que se tienen que hacer cargo debido al abandono de sus dueños. Por eso, su nombre no es el de 'perrera', si no el de centro Zoosanitario. "Cuando saben que sus animales no pueden ser cuidados en el centro, como ha sido el caso de lagartos, los atan a la puerta o los dejan en cajas y se van. Y somos nosotros quien nos tenemos que poner en contacto con las oficinas pertinentes para asegurarles una supervivencia", explica Manuel, uno de los 12 trabajadores más veteranos del centro.

En la actualidad cuidan de dos ponis, una buena cantidad de gatos y más de un centenar de perros. Pero en el complejo ha habido cerdos vietnamitas, mochuelos, monos, un lobo, burras, erizos, gallinas, cabras e incluso una mona disfrazada de gitana que intentaron introducir, en plena feria a través del Puerto para hacer dinero fotografiándola con la gente.

Llegó un mono robado en Gibraltar y otro encontrado en un coche con el cinturón puesto

La Policía se encarga de dar el aviso al centro cuando localizan a un animal vagando en la calle o, simplemente, cuando son requisados por distintos motivos, pero la mayoría de los ingresos del centro Zoosanitario se producen por voluntad propia de los dueños. De esta forma, hay días en los que han entrado una treintena de animalesa un centro que suele tener capacidad para más de un centenar. En la actualidad, una docena de ellos son perros potencialmente peligrosos (PPP), algunos en situaciones lamentables tras haber sido empleados en peleas (motivo por el que entrar a robarlos, cada cierto tiempo, al complejo).

La normativa regional sostiene que los sacrificios se pueden realizar diez días después de que llegue el animal si nadie lo ha adoptado. "Nosotros no trabajamos así y lo decimos con total seguridad. Los cuidamos durante el mayor tiempo posible", comenta Antonio, otro trabajador del centro.

Las excusas para abandonar a los animales, principalmente perros, suenan raras en la mayoría de los casos y tiene que ver con las alergias que producen o con la falta de tiempo para cuidarlos, pero lo cierto es que muchos de estos perros sobran en las casas cuando alcanzan cierta edad, tamaño, o, simplemente, cuanto toca irse de vacaciones.

Hace apenas unas semanas. Una madre llevó a su perro. Uno pequeño. Lo abandonaba porque su hija pasaba demasiado tiempo con él y había sacado malas notas en el colegio. Era el perro el que tenía la culpa. La madre, en ningún momento, entendió que tuviera nada que ver con los resultados de su pequeña. "La cría llegó llorando, desconsolada. No quería abandonar al perro", explican a Diario de Almería. Por suerte para este, el animal encontró un nuevo dueño apenas unos días después. Pero este no es el peor de los casos. Manuel relata su peor experiencia como operario del Zoosanitario. Fue en 2012. Recibieron una llamada para alertar de un perro abandonado en los depósitos junto al tanatorio. "El can tenía un mal olor insoportable. Al llegar al zoosanitario y examinarlo, nos dimos cuenta había sido rociado con gasolina y quemado".

Los trabajadores del centro han tenido incluso que rescatar serpientes, al estilo Frank de la Jungla. Una de ellas en el garaje de una casa de El Alquián. El rescate se produjo mientras la familia comía. Cuando llegó Antonio, la calma era absoluta. La serpiente era larga, pero no había miedo. Al agarrarla, el animal comenzó a amenazar a todos los allí presentes y se desató la locura. Por encontrar, los empleados se han encontrado hasta con erizos. Fue en el recinto ferial. Diez de golpe a unos supuestos dueños que no supieron argumentar por qué estaban en posesión de ellos, si eran protegidos y ni por qué los tenían en el transportín de su furgoneta.

También han cuidado de monos. Dos en concreto. Uno de ellos bastante agresivo. Se lo encontraron en un coche sentado el asiento copiloto con el cinturón de seguridad puesto. Estaba acostumbrado a fumar -y no solo cigarros-, e intentaba quitarle el tabaco a trabajadores y visitantes. Además, tenía la mano un poco suelta e intenta hacerse con bienes ajenos a través de las rejas. Este fue robado hasta en dos ocasiones del centro y vuelto a recuperar.

El otro llegó a Almería tras ser robado del mismo Peñón de Gibraltar y, posteriormente, localizado en el colegio Princesa Sofía.

La mayor cantidad de animales de una catada llegó en forma de gatos. 222 de golpe procedentes de una vivienda a cuya inquilina acababan de desahuciar. Tuvieron que dar más de una decena de viajes con la furgoneta.

Hasta el centro también llegó un lobo checoslovaco que pertenecía a un sacerdote se lo cedió a un amigo. Cuando apenas era un cachorro le destrozó un sofá. Este lo sacó a la calle y le infringió una paliza. Pero la acción fue grabada en móvil por una vecina. Al final el perro terminó en el Zoosanitario y volvió a las manos de su dueño inicial.

Otra triste historia es la del perro raza golden que acaba de llegar al centro. El dueño llevaba en torno a diez días desaparecido de su domicilio. Podría estar en el hospital o en cualquier otro sitio. Padece síndrome de Diógenes y los vecinos dieron aviso de que el perro se encontraba en el interior de la vivienda, estando estaplagada de la basura que el hombre fue acumulando. La Policía dio el aviso para que los trabajadores del Zoosanitario acudieran a su rescate.

En la actualidad, el centro Zoosanitario se compone de una docena de trabajadores, a los que hay que sumar el personal veterinario. Y a pesar de haber recibido más de un mordisco, no es a los animales a lo que más temen los trabajadores. "Recibimos amenazas e insultos. Nos dicen que somos nazis y asesinos cuando lo que estamos haciendo es cuidar a los animales que la gente abandona", explica uno de los trabajadores.

Aunque de que el centro Zoosanitario ha registrado mejoras en los últimos años, hay planificadas y presupuestas otras para los próximos meses. "El Ayuntamiento de Almería va a invertir 90.000 en mejorar las instalaciones y crear una zona de cuarentena, otra para dar cabida a los PPP, protegiéndolos bajo llave, principalmente para evitar que los roben, y en poner cámaras de seguridad", explica Carlos Sánchez, concejal de Fomento, Comercio y Playas.

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