El Bajo Andarax cumple al fin su ciclo integral del agua. Los siete municipios que los constituyen vierten todas sus aguas residuales a la depuradora de El Bobar desde el pasado miércoles. Existía un atasco en la red de saneamiento que impedía que los pueblos del norte, Gádor y Santa Fé (incluso Benahadux y Rioja) se pudieran conectar. El incidente fue finalmente resuelto por los operarios de Aqualia.

Han tenido que pasar décadas y 46 millones inversión en la construcción de red de saneamiento para que se logre el hito y el río Andarax deje de ser un contenedor de fluidos fecales que han provocado que la Junta de Andalucía y los ayuntamientos, principalmente el de la capital, se las traigan tiesas durante las últimas fechas. Esta nueva red permite la recogida de aguas residuales de los municipios que forman la Mancomunidad (Benahadux, Gádor, Huércal de Almería, Pechina, Rioja, Santa Fé de Mondújar y Viator), dando así cobertura a una población de más de 50.000 habitantes. Para que esto sea posible, se ha tenido que realizar una inversión de casi 10 millones de euros en ampliar la EDAR y así atender el incremento de los caudales procedentes de estos municipios. La Mancomunidad ya calculó el coste anual del servicio de depuración que se tendrá que pagar al Ayuntamiento de Almería y que asciende en torno a 353.000 euros.

La Mancomunidad debe abonar 350.000 euros anuales por la depuración de aguas

En la actualidad, la depuradora se encuentra en profundo crecimiento. Aqualia está invirtiendo dos millones de euros en construir un tercer digestor de fangos que aumentará en un 30% la capacidad de la estación depuradora. Fabricado con la última tecnología, aportará un sustancial ahorro energético a la estación y vendrá a mejorar el tratamiento que de las aguas residuales hace la ciudad de Almería.

El alcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco, visitó ayer las instalaciones, y comprobó la marcha de una obra que estará terminada a finales de septiembre. "El Ayuntamiento ha puesto toda la diligencia posible de cara a que esta planta, tan importante para el día a día de todos los que viven en la capital, cuente con un mejor mantenimiento y una mayor eficiencia energética, máxime si se tiene en cuenta que las aguas que de aquí salen se usan para regar todo el campo de Almería", explica Fernández-Pacheco.

La obra del tercer digestor, que comenzó en febrero, cuenta con un plazo de ejecución de ocho meses y favorecerá la digestión de hasta 4.078 metros cúbicos de fango. "Satisfecho" con el grado de ejecución, el alcalde ha insistido en que esta nueva instalación va a permitir "pasar de dos digestores que tienen más de 20 años y trabajan a pleno rendimiento, a tres". El tercero, además, se está construyendo con la última tecnología, lo que facilitará las labores de mantenimiento de toda la planta sin perder capacidad.

El nuevo digestor en construcción utilizará un sistema diferente y más moderno lo que se traduce en un menor consumo de energía, mayor facilidad en el mantenimiento "y mejores prestaciones de cara a que la ciudad de Almería siga cumpliendo todos los parámetros medioambientales a la hora del tratamiento de sus aguas residuales", apunta el primer edil. La estación depuradora aumentará su capacidad con este tercer digestor, de modo que cuando todos los municipios del Bajo Andarax estén vertiendo sus aguas residuales en la estación, la depuración se hará de forma eficiente. A día de hoy, el volumen de fangos que trata El Bobar al año alcanzan las 14.000 toneladas.