Almería

Atraca un salón de juegos y se deja la bolsa con el dinero obtenido

  • El presunto autor de los hechos sólo se hizo con algo más de 20 euros que introdujo en una bolsa de supermercado

Surrealista es, cuando menos, la experiencia por la que tuvieron que pasar los trabajadores de un salón de juegos de Roquetas de Mar durante la madrugada del pasado 23 de julio. Un atracador, pistola en mano como mandan los cánones, se introdujo en el establecimiento e intentó hacerse con el dinero que pudiese y aunque su botín iba a ser de tan sólo 20 míseros euros, olvidó en el suelo una bolsa en la que se encontraba lo sustraído.

Los hechos tuvieron lugar sobre las dos y media de la madrugada, cuando el presunto autor accedió ataviado con un pasamontañas y el arma de fuego en una mano y exigió a uno de los trabajadores que le diese todo el dinero que hubiese en la caja. Al parecer, el empleado intentó tranquilizar al atracador, que no dejaba de insistirle en que le diese el dinero.

Ante las amenazas del encapuchado, el trabajador abrió la caja registradora y le dio un billete de 20 euros y las monedas que había dentro de la misma, que el asaltante introducía a su vez en la bolsa de una conocida cadena de supermercados. Según han apuntado fuentes cercanas al caso, el atracador no habría estado satisfecho con el dinero recibido y habría reclamado al empleado que abriese la caja fuerte.

Como el trabajador no tenía acceso a la misma, el hombre comenzó a ponerse nervioso y propinó un golpe a un vaso de cristal que salió despedido y al romperse se fracturó, impactando algunos de los fragmentos en la pierna del empleado, provocándole pequeños cortes.

Tras esto, el atracador abandonó el locar y se dio a la fuga en un vehículo que, según parece era conducido por una segunda persona. Acto seguido fue reclamada la presencia de la Guardia Civil, de forma que una patrulla se personó en el lugar y tomó nota de lo ocurrido, si bien no se llegó a formular una denuncia por los hechos en ese mismo momento.

Lo curioso del caso es que después de lo que, se puede suponer, fue un rato de tensión poco agradable para el empleado, y a pesar de las insistentes reclamaciones de dinero realizadas por el supuesto atracador, éste último se dejó abandonada la bolsa en la que había introducido el dinero... con el billete de 20 euros y las monedas aún en su interior, concluyendo así una historia que parece más digna de una película de Luis García Berlanga que de la la actividad criminal habitual. Y es que, como dice el dicho, la realidad supera a la ficción.

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