Almería

Avería en la depuradora amenaza con el vertido diario a la playa de Costacabana

  • El Ayuntamiento ataja la situación con la construcción urgente de un nuevo digestor de fangos

  • Le cuesta a la capital casi 2 millones de euros

Estación depuradora de aguas residuales de El Bobar.

Estación depuradora de aguas residuales de El Bobar.

Los servicios municipales se encuentran en alerta ante el riesgo de vertidos sin tratar procedentes de la depuradora de El Bobar a la playa de Costacabana. Daños en la cúpula de uno de los digestores de fango -pieza fundamental de la estación a la hora de tratar los lodos-, amenazan con dejarlo inoperativo, lo que provocaría la reducción al 50% del funcionamiento de la planta y el vertido al mar de unos 15.000 metros cúbicos al día de aguas residuales brutas.

Es el aviso de los técnicos al Ayuntamiento de Almería en un informe en el que califican la situación de "gravedad", ante la cual la Concejalía de Servicios Municipales ya ha actuado. Antes de que acabara el año, el equipo de gobierno del PP resolvió en Junta de Gobierno, a través de una deliberación urgente, adjudicar la construcción de un nuevo digestor de fangos con el que sustituir el deteriorado. Costará casi dos millones de euros, pero evitará el vertido al mar.

El digestor primario afectado forma parte del entramado de la EDAR de El Bobar desde su construcción, hace ya veinte años. Dentro del proceso de depuración, los digestores de fango tienen la función de reducir la carga contaminante, aproximadamente, en un 50% de los fangos, antes de su deshidratación y tratamiento.

En febrero se advirtieron los primeros síntomas de debilidad al detectarse una grieta en la cúpula del "digestor primario b", que dejó escapar metano al exterior, obligando, por tanto, a prohibir al personal el acceso a la zona que fue delimitada. El Servicio Municipal de Aguas registró en septiembre otra incidencia al alertar los operarios del turno de tarde la salida de fangos por la grieta, fuga que, según el informe, fue "mucho mayor" que en ocasiones anteriores.

A partir de ese momento, fueron adoptadas las medidas que permite la instalación para disminuir la carga del digestor, si bien, según el informe, "actualmente se están produciendo numerosos problemas para mantener la temperatura deseada, continuamente se crean espumas, que ciegan la válvula de seguridad y provocan rebose de fango al exterior". Las inspecciones realizadas han permitido comprobar también que "a lo largo de los años, se han ido produciendo madejas de fibras y arenas que provocan atranques en las conducciones".

Todo ello está generando una "sobrepresión" que ha obligado al Ayuntamiento a tomar cartas en el asunto de manera urgente, requiriendo a FCC Aqualia, "de forma inminente y con carácter de emergencia" la construcción del nuevo digestor de fangos.

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