Almería

Las mujeres de Ayuda a Domicilio "perrean" al alcalde y al delegado

  • Rodríguez-Comendador ordena el desalojo del grupo de trabajadores del Salón de Plenos

Las trabajadoras del servicio de Ayuda a Domicilio no llegaron a entornar la versión que habían preparado del Chiki-Chiki en el interior del Salón de Plenos. Tuvieron que cantar fuera, en la calle, después de que el alcalde, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, diera orden a la Policía Local de que desalojara al grupo de mujeres que acudió al Palacio de Marqueses de Cabra en su primer día de huelga. Es la primera vez que un alcalde toma esta decisión en esta última década.

El último desalojo ocurrió durante el mandato de Juan Megino como alcalde y los protagonistas fueron los sindicatos, si bien la tensión no llegó a los extremos de entonces, ya que las trabajadores acataron, con más o menos docilidad, la orden de abandonar el Salón de Plenos, que fue cerrado con llave durante unos minutos.

Las trabajadoras habían acudido a las diez de la mañana al Palacio de Marqueses de Cabra a la espera de la llegada de los concejales y del inicio de la sesión extraordinaria. Permanecieron junto a las puertas del edificio y, durante una hora aproximadamente, entonaron, entre otros cánticos populares, el tema de moda en España versionado: "Uno, el alcalde; dos, el delegado; tres, la concejala; cuatro, no nos echarán... Perrea, perrea".

Pese al buen humor, la protesta, motivada por la inseguridad laboral de estas trabajadoras ante la nueva Ley de Dependencia, tuvo momentos de tensión cuando el grupo decidió entrar en el edificio. No hicieron más ruido que los trabajadores del Puerto (que durante quince largos minutos no dejaron de hacer sonar sus silbatos), pero agotaron la paciencia del regidor. Invadieron el centro de Salón e interrumpieron en varias ocasiones el debate para reclamar garantía laboral y mejoras salariales al Ayuntamiento y a la Junta.

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