Bajada de sueldos y desbloquear el problema enquistado de la Policía Local. Esos son los dos objetivos prioritarios con los que comienza esta nueva legislatura el nuevo alcalde Antonio Martínez.

Según fuentes municipales del PP, el regidor quiere cumplir sus promesas electorales por lo que tiene la intención de aprobar en la primera sesión plenaria la reducción de los sueldos de los concejales liberados y los de la oposición. Al 10% que se aplicó hace unos meses en todos los consistorios se sumará ahora otro 10% tal y como anunció en su programa electoral, medida que afectará a las nóminas del nuevo regidor y los dos ediles liberados, María Dolores Pozo (que ostentará la cartera de Igualdad, Personal y Mujer), y Mario Valera (Deportes y Juventud). Los cinco ediles restantes tendrán dedicación a tiempo parcial y cobrarán por la asistencia a plenos y trabajos específicos en las distintas áreas.

En el caso de la oposición, el portavoz socialista, Antonio Lucas, pasará a cobrar 180 euros con la nueva rebaja, y el resto de ediles de la oposición, 80 (antes de las dos bajadas cobraban 200 y 100 respectivamente).

En este sentido, fuentes municipales han señalado que el regidor popular estudia la posibilidad de realizar una auditoría en función de como estén las cuentas cuando empiece a trabajar mañana lunes desde el despacho de Alcaldía.

Por otro lado, Martínez ha mostrado ya su intención clara de dar solución al conflicto existente dentro de la plantilla de la Policía Local que mantiene a a varios efectivos de baja por depresión tras las supuestas presiones a las que han sido sometidos por parte de la jefa del Servicio.

Por esta razón, el alcalde ha apuntado que uno de los principales puntos de trabajo de su nuevo equipo de gobierno está en solucionar esta situación enquistada desde el pasado mes de octubre de 2010 y ya ha solicitado una reunión con toda la plantilla al completo para acercar posturas entre los efectivos y la responsable del servicio.