"Es como si comprásemos en el súper todas las tortillas, garbanzos y demás variedad de dieta ya preparada y envasada. Hasta el gazpacho y salmorejo lo traen en tetra bricks". Así lo han manifestado padres del Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) San Indalecio de La Cañada, quienes han planteado que la gestión de los comedores escolares debería de estar a cargo de las asociaciones de madres y padres, Ampas. "Hay muchos caterings locales que podrían servir la comida diaria, o elaborada el día anterior como máximo". "Tener una buena alimentación y de calidad, también debería formar parte de su educación". "No exigimos una cocina propia del colegio con toda la logística y personal que conlleve, pero si algo más parecido a la comida casera que podemos darle en casa". El colegio de La Cañada junto a la mayoría de los centros almerienses se han sumado a la campaña para la recogida de firmas en Change.org en la que las familias denuncian que "los padres y las madres nos estamos viendo capturados por la administración pública, dejándonos fuera de la gestión de los comedores escolares de nuestros hijos. La modificación de la Ley de Contratación pública, en relación con los comedores escolares de Andalucía, ha permitido a las grandes empresas de catering hacerse con la gestión de los comedores. La clase política nos ha deshumanizado, ha sucumbido a los intereses de grandes corporaciones, convirtiéndonos en un mero beneficio". Desde esta plataforma piden a la "señora consejera de Educación que nuestros hijos no son un acerado publico, ni la construcción de un polideportivo, ni la pavimentación de una carretera. Nuestros hijos son lo mejor que tenemos, y vamos a luchar hasta que consigamos que la gestión de los comedores escolares vuelva a las Ampas, hasta que el amor por nuestros hijos pueda más que la avaricia de los políticos y multinacionales. Queremos que se cambie la Ley de Contratación Pública y deje a las Ampas gestionar el comedor escolar de sus hijos. No queremos que la alimentación de nuestros hijos entienda de márgenes comerciales, no nos interesan los precios comerciales de la Panga del Nilo ni la Tilapia de Mozambique. Queremos que coman productos de procedencia local, porque lo hayamos gestionado nosotros que somos sus padres y no porque nos lo garantice una empresa multinacional". Desde la Junta inciden en que los menús son supervisados cada mes y se ajustan a las recomendaciones de la Consejería de Salud y del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en cuanto a los estándares de calidad y alimentación saludable. Los pliegos de condiciones de los contratos exigen la presencia diaria de verdura y fruta fresca; el uso de aceite de oliva virgen extra; una mayor proporción de pescado que de carnes; la limitación de alimentos precocinados y fritos, y la preferencia por la dieta mediterránea y los productos ecológicos.