Finaliza esta edición de las fiestas en honor la Virgen del Mar y lo hace con éxito absoluto en muchas de las actividades previstas en su programación, muchas de las cuales estaban preparadas desde hace meses y otras tantas, volvieron a repetir un año más en los días de esta Feria.

Más de nueve jornadas de visitas guiadas, paseos a caballo, comidas, conciertos o concursos de Feria han convertido estas celebraciones en unas de las más exitosas en cuanto a participación, sin embargo, esta "Feria de los cambios" no ha agradado a todos tanto como pretendía el consistorio almeriense antes del comienzo de las festividades.

El cambio del recinto de conciertos a Las Almadrabillas ha sido la única novedad que ha parecido convencer a los almerienses entrevistados durante estos días. El espacio de conciertos que se abrió el primer viernes de Feria con el pregón del deportista Carlos Tejada y el concierto de Edurne atrajo a miles de personas dada su cercanía con el centro de la capital lo que provocaba que muchos de los que estaban disfrutando de la Feria de Mediodía se acercaran a disfrutar de la música de otros países y hasta del exitoso espectáculo "Guerra y Paz" que ofreció la OCAL ante miles de personas y con la colaboración de varios coros entre los que se encontraba el Coro Ciudad de Roquetas o el Coro de la Universidad.

Las comidas homenaje a los mayores y a las mujeres organizadas y gestionadas por la concejal Pilar Ortega y celebradas en la Caseta Municipal fueron también todo un éxito y un baño de masas para todos los políticos que se acercaron a disfrutar con los usuarios de los centros gestionados por el Ayuntamiento.

Los actos más tradicionales como el de los Coloraos gozaron también de gran participación de la ciudadanía dada la presencia del orador de este año, el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, José Montero Padilla, y la despedida del "Pingurucho" de la Plaza Vieja que el año que viene estará en otro lugar. Otras actividades, sin embargo, como la mágica Batalla de Flores no tuvieron tanta aceptación y es que los 20.000 claveles que parecieron repartirse durante este día no llegaron a todos, especialmente a los pequeños que esperaban en puntos de la capital como Oliveros que se fueron a casa con las manos vacías. Las altas temperaturas, por otra parte, han vuelto a acompañar a los almerienses y a los cientos de personas que han disfrutado de estos días de semana grande. Algunas actividades como el Paseo a Caballo por las calles del centro de la ciudad o la ruta motera sufrieron más el incremento de valores en los mercurios dada su programación en las horas de mayor calor del día.

Aunque no lo parezca el tiempo ya en el calendario ya ha pasado y hay una Feria que se despide y otra, la del año que viene, que ya se está gestando.