Al quinto voto se desveló la incógnita. El secretario del Ayuntamiento, José María Ceballos, responsable de la organización del pleno de investidura de la nueva Corporación Municipal decía en voz alta el nombre de Esther Gómez (alcaldable del partido Plataforma Ciudadana Abderitana) y en ese mismo instante un aplauso atronador rompía el silencio en el Salón de Plenos del Ayuntamiento abderitano y Manuel Cortés, alcaldable del Partido Popular, sonreía aliviado. Ya era alcalde de su ciudad, en minoría, pero aún así máximo responsable los próximos cuatro años de los designios de la ciudad milenaria.

"Los abderitanos quieren un gobierno abierto sin mayorías absolutas, transparente y participativo y eso es o que hoy (por ayer) se ha votado aquí. Vamos a trabajar en esa línea", aseguraba Cortés en su discurso de investidura, ya con la vara de mando en sus manos.

Las caras de desilusión y de impotencia estaban al otro lado de la bancada. Allí, María Teresa Piqueras (PSOE), aguantaba estoicamente el momento. Sus arduas negociaciones con la Plataforma Ciudadana Abderitana no habían llegado a buen puerto y sus posibilidades de convertirse en regidora de la localidad se habían esfumado en ese quinto voto secreto cuando se desvelaba el nombre de su líder. La suma de votos ya no daban para mayoría.

Como es tradición en la localidad, los veintiún concejales electos eligen de forma secreta al que apoyan como alcalde y depositan un sobre en una urna. En otros municipios se vota a mano alzada pero en Adra siempre se ha optado por esta manera que da aún más si cabe expectación al momento.

Y al final, tal y como había anunciado Plataforma Ciudadana un día antes, su tres concejales votaron a Esther Gómez, por lo que Manuel Cortés obtenía 9 votos, María Teresa Piqueras un total de 8, los citados tres de Plataforma y Pedro Peña, de Ciudadanos, que se vota a sí mismo.

"La voluntad de los abderitanos expresada ha sido mi elección como nuevo alcalde de Adra. es un momento solemne y emocionante para mí. Les doy mi agradecimiento a todos los que me votaron y a los que no. Desde hoy mismo soy el alcalde de todos los abderitanos y lo digo totalmente convencido porque os voy a devolver esta confianza con mucho esfuerzo y trabajo", aseguraba Corté que también tenía palabras de agradecimiento para la Plataforma Ciudadana sin mencionarlos al señalar que "también mi agradecimiento a los que han decidido que gobierne la lista más votada".

El otro gran derrotado ayer fue Enrique Hernando. Con semblante serio y mirada distante, el hasta ayer regidor popular, entregaba la vara de mando a Manuel Cortés y seguidamente abandonaba el Salón de Pleno. Su andadura política acababa ahí. De nada había servido su gestión tras la marcha de Carmen Crespo a Sevilla como delegada del Gobierno. De hecho, muchos auguraban que este enfrentamiento interno podía costarle al PP el Ayuntamiento y casi termina cumpliéndose si Esther Gómez hubiese apostado finalmente por dar su apoyo a María Teresa Piqueras.

Cortés también tenía, pese a las diferencias, palabras para Hernando y el resto de la Corporación saliente: "Mi respeto y consideración para todos ellos porque la política municipal es la política con mayúsculas, ya nuestras decisiones se ven reflejadas de forma directa en nuestros vecinos y ese ha sido su trabajo y a partir de ahora también el nuestro".

El nuevo regidor también adelantaba en su discurso su hoja de ruta al apuntar que "hay que consolidar el comercio local y el turismo como motores económicos junto a la agricultura y la pesca. Voy a hacerlo con total autonomía e independencia porque los abderitanos son lo primero. Donde esté un abderitano allí estará su alcalde. No quiero que nadie se sienta discriminado, que ningún barrio se sienta aislado".