Los alcaldes de Almería, Murcia, Castellón, Valencia y Alicante se reunirán la próxima semana para redactar un escrito exigiendo al Gobierno "igualdad de trato" con las demás provincias del país y que se imponga el principio de "solidaridad interterritorial". Los alcaldes del arco mediterráneo consideran que "se ha puesto de manifiesto el rotundo fracaso del Programa AGUA del Gobierno" y volverán a insistir en la necesidad de recuperar el trasvase del Ebro para abastecer a las provincias más secas que "están en situación dramática por la falta de agua" y podrían tener restricciones en los próximos meses. Los gobiernos autonómicos de Aragón y Murcia llegaron a plantear ayer que van a recurrir a la justicia para que les llegue el agua del Ebro como a Barcelona, mientras que desde el Ejecutivo aragonés lo harán para impedir cualquier trasvase.

Y es que ayer se armó gorda y no faltaron opiniones de casi todos, incluidos los que ya no están. De hecho, la ex ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, que como principal artífice del Plan AGUA reiteró que el acuerdo para dar suministro a Barcelona "no es un trasvase" porque van a utilizar agua de los regantes sólo como una "situación excepcional". Los grupos ecologistas aseguraron que están con el Gobierno y que prefieren transportar el agua en barcos o camiones antes que un nuevo trasvase.

El debate de investidura de Manuel Chaves en el Parlamento de Andalucía tampoco estuvo exento de polémica por el envío de agua a Cataluña. Mientras que el presidente del PSOE andaluz garantizó que "el agua es de todos y para todos y estará al margen de la confrontación política", el PP tildó ayer de "escandaloso" que "Chaves diga que las provincias de Almería y Málaga no necesitan más recursos hídricos".

Una intensa jornada de tiras y aflojas que se cerró a última hora de la tarde con la petición de la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, de la comparecencia de Zapatero.