Almería

La Feria se amodorra

  • Los ambigús del Mediodía se diseminan y esta fiesta pierde ambiente por las calles de la capital. La Noche cuenta con menos oferta de casetas.

SENTADO en un bar se escucha de fondo un grupo que habla que sobre ferias de antaño, sobre las bondades de unas fiestas que se vivían con más barullo, menos restricciones y que dejaban una huella profunda en el recuerdo de los que las vivían con energía. Llegan días de reflexión donde hay que meditar sobre lo que ha fallado y lo que ha mejorado para conseguir que estas fiestas no pierdan su esencia.

Los ambigús de la Feria del Mediodía han perdido fuerza y los bares han servido de refugio de los feriantes que han decidido pasar las fiestas degustando la tradicional gastronomía de la capital. Pero la Feria del Mediodía tenía un ingrediente callejero que la hacía especial. Hasta que hicieron la normativa donde no se podía beber fuera de los ambigús y las botas de vino pasaron a mejor vida (lo de los porrones de cristal tenía la lógica aplastante de la seguridad), el ambiente que se vivía durante el día era festivo, alegre y con mucha más vida por la ciudad.

La restricción de no poder sacar bebida del ambigú es desacertada porque frena ver esos ríos de gente por las calles como pasa en la Feria de Málaga.

Otro de los problemas que han conseguido un ambiente menos festivo es la diseminación de los ambigús. Empezar en el Paseo de Almería (que ya no dispone de ambigús) y hacer una ruta por los distintos espacios, incluso visitando algún bar, posibilitaba que la alegría del Mediodía se convirtiera en otro atractivo turístico.

Y cuando cae el sol y los almerienses y visitantes se disponen a visitar el Recinto Ferial se encuentran con situaciones que han cambiado y que no favorecen a hacer grandes estas fiestas. Algo de lo que se quejan también algunos feriantes y coincido con ellos es la separación de las distintas secciones por espacios.

También han disminuido el número de casetas y la oferta para los almerienses y, concretamente, para los jóvenes en la Feria de la Noche.

Hay que analizar el motivo para que cada año sean menos y se decida no instalar una caseta en la semana grande de la capital de provincia.

En muchas de las noches se puede ver poco ambiente en algunas de las casetas pero tampoco hay una oferta lo suficientemente amplia para que los visitantes puedan disfrutar de un ocio adaptado a sus gustos.

Entre los aciertos de este año, el Recinto de Conciertos ha conseguido suplir a un Palacio de los Deportes donde la audición ha sido pésima durante hace varios años. Incluso los propios artistas se quejaban de cómo sonaba su trabajo. Además, este espacio invita a que los asistentes al concierto visiten la Feria de la Noche y todas las atracciones y servicios que ofrece.

Otro de los aciertos ha sido el espacio para conciertos en el Parque de las Almadrabillas, donde el Festival de Folclore, la OCAL y la Banda Municipal han tenido la oportunidad de reunir a multitud de personas que han podido disfrutar del ocio sin desplazarse al Recinto Ferial.

La Feria, una fiesta que es la más importante del año, tiene que conseguir recuperarse y sobreponerse para volver a ser un atractivo turístico.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios