El Zoosanitario acumula todo tipo de robos. Es un recinto goloso para aquellos que, amantes de las conductas ilícitas, no tiene reparo en escalar y llevarse, por ejemplo, un perro potencialmente peligroso. Son ya más de una decena de robos de este tipo en las últimas fechas. Los quieren para usarlos en peleas y, normalmente, cuando se encuentran, están en el barrio de El Puche, una de las zonas de la capital en las que se realizan este tipo de enfrentamientos.

De ahí que el Ayuntamiento de Almería, empujado por los acontecimientos -y las asociaciones animalistas- haya contemplado en la futura ampliación del centro Zoosanitario obras para mejorar su seguridad. De esta forma, está previsto crear una zona de aislamiento para estos PPP y determinados animales que por sus características deban permanecer alejados del resto de animales.

De la misma forma, la ampliación contempla obras de mejora en las instalaciones ya construidas para poder albergar más animales.

Hay días en los que han entrado, de golpe, una treintena de animales a un centro que tiene una capacidad para poco más de un centenar.

En total, se va a pasar de un complejo con una superficie total de 940 metros cuadrados a casi 1400, aprovechando terrenos municipales que se encuentran en la zona norte colindante con el centro Zoosanitario.

La reforma debería estar lista a finales de año puesto que el proceso de licitación estaría en marcha desde el próximo mes de julio. La empresa Garcam, Taller de Arquitectos, ha resultado adjudicataria del contrato para la redacción del proyecto de mejora y ampliación del centro zoosanitario municipal, contrato resuelto por un importe de 7.744 euros. Respecto de esta actuación, el concejal de Fomento, Carlos Sánchez, explica que la inversión municipal en esta obra, 80.000 euros, tiene como objeto la mejora de las condiciones actuales de las instalaciones y reforzar la seguridad, además de responder a las demandas realizadas por parte de los responsables en la prestación del servicio en este centro.

Hay que recordar que el Ayuntamiento de Almería modificó la ordenanza municipal sobre animales domésticos (que procedía de junio de 2004) para permitir la adopción de los PPP. Hasta entonces, todos eran sacrificados. El primero de estos canes en ser adoptados fue Dani, en homenaje a Rovira.