Era una mañana tranquila de lunes cuando las calles de la capital comenzaron a rugir al ritmo de las Harley&Davidson. Pasadas las dos, estos ejemplares se colocaron en fila frente al Mercado Central para que todos los turistas y vecinos contemplaran su belleza.

Una ruta organizada por la asociación Chapter Almería y en la que asistieron multitud de moteros que comparten una misma pasión sobre ruedas. Los mismos no dudaron en hacerlo notar sobre el asfalto de la capital almeriense.

Ya es tradición que cada lunes de Feria los moteros salgan a dar una vuelta con sus motos para hacerse sentir en cada rincón de la ciudad.

Andrés Bautista, director de Chapter Almería, aseguró al periódico que "no faltan ningún año ya que esta es una oportunidad para reunirse todos y hacer disfrutar a los almerienses de la presencia de las Harley&Davidson".

Una vez llegados al Mercado Central, más de un turista se mostró sorprendido con estos ejemplares y no dudadon en fotografiarse con los mismos para tener su peculiar recuerdo.

A lomos de su vehículo, más de un motorista asegura que el año que viene "volverá a la carga con sus pequeñas por toda la ciudad". Algunos consideran este encuentro como una "oportunidad para dar a conocer a los almerienses que hay un gran mundo motero dentro de la Feria".

Tal es la pasión y el cariño por estos medios de transporte, que algunos como Juan Casas, se han pegado el viaje desde Barcelona, una "experiencia muy grata" asegura.

Un gran universo sobre ruedas que da lugar a miles y miles de seguidores que aprovechan cada ocasión para reunirse y compartir su amor por la carretera y las motos.

Bautista asegura que esta ruta "es como una especie de entrenamiento para ellos ya que a mediados de octubre participarán en el Rally Almería Chapter y entonces volverán a rugir las calles de la capital".

Está claro que esta actividad es una oportunidad en la que los vecinos y turistas pueden contemplar ejemplares que llevan miles de kilómetros grabados en sus ruedas. Ayer sin duda, más de uno estuvo un poco más cerca de la ruta 66 y se sumergió en un mundo de lo más cañero y desconocido.