Almería

Los Heredia, una saga del flamenco en Almería

  • La cueva del cantaor Juan 'El Pirri' es un auténtico museo y testigo de la gran tradición de esta familia en el cante

"De los buenos manantiales, nacen los buenos ríos". Esta letra que se suele cantar por bulerías, le viene que ni pintada a la familia Heredia, una de las que atesora más tradición flamenca en Almería. Tres cantaores componen la saga: abuelo, padre y nieto. De mayor a menor. Juan Heredia El Pirri, a sus 66 años es uno de los cantaores más respetados en la provincia. Aunque no sólo en Almería es conocido el cante del artista de La Chanca, ya que ha paseado su arte por todo el mundo. "He estado con los más grandes, por muchos teatros y con artistas de la talla de Bambino, Caracol y Lebrijano", asegura Juan.

Su hijo Juan, aunque conocido artísticamente como Hércules, ha trabajado durante mucho tiempo con el gran guitarrista almeriense Tomatito. Además, Hércules es conocido en el flamenco por su capacidad para componer, ya que ha realizado temas para el propio Tomatito y cantaores como Guadiana, Montse Cortés, El Cigala, Pansequito y Duquende.

El último cantaor de la familia cuenta con apenas 18 años. A su temprana edad, Cristóbal Heredia ya ha participado en algunas de los festivales flamencos más importantes y ha trabajado con artistas como el guitarrista almeriense Niño Josele y la bailaora malagueña La Lupi.

"La afición me viene de mi abuelo porque desde pequeño me está inculcando el flamenco. Me ponía cintas de La Repompa, El Chocolate, Agujetas y siempre me ha dicho que estudiara todos los días, que no me hacía daño escuchar un rato al día y no abandonara", reconoce el joven cantaor.

Cristóbal es el último eslabón de esta cadena repleta de arte que tiene sus orígenes en Granada, ciudad en la que nació su abuelo Juan. "Nací en el Sacromonte donde viví grandes veladas de flamenco junto con mi familia los Habichuela. Luego con 21 años me vine a Almería y aquí he criado a mis 12 hijos, 27 nietos y 10 biznietos", comenta orgulloso el veterano cantaor.

Pero el origen de esta saga flamenca de los Heredia está en la abuela de Juan El Pirri. "Yo tenía una abuela que cantaba muy bien actuando con La Niña de los Peines. Era hermana de Juan El Habichuela, el más antiguo", asegura.

Además de esta gran tradición y pedigrí flamenco de los Heredia, los cantaores de la familia se han enriquecido de otros artistas que han pasado por su particular templo: una cueva construida en el barranco del Crepi. "La cueva comencé a hacerla hace 41 años. Me tenían de loco, pero mira lo bonita que está. Por aquí han pasado los más grandes del flamenco como El Cigala, Tomatito o Camarón. También deportistas como el boxeador José Legrá han estado aquí ", asevera Juan.

La cueva es un auténtico museo del flamenco. Fotos con Paco de Lucía, Camarón, Manolo Caracol y discos de vinilo cuelgan en las paredes. El canto de los jilgueros y un aire fresco dominan la cueva ubicada en el barranco del Creppi y que cuenta con unas vistas privilegiadas de la ciudad de Almería.

Los pedruscos que Juan El Pirri subió con esfuerzo para construir esta gran cueva han sido testigos de muchas veladas flamencas. Y lo seguirán siendo, ya que Juan Heredia lleva el cante flamenco por bandera. "El cante es mi vida porque es una cosa que uno lleva en la sangre y no se puede dejar nunca", comenta y alega que en cuanto se recupere de una pequeña operación "estaré de nuevo cantando en los tablaos porque a mí me gustaría morir cantando por seguiriyas".

El flamenco es el denominador común en esta familia unida no sólo por la sangre, sino por este arte que ellos engrandecen con su aportación y su pasión en un espacio mágico como esta cueva labrada con esfuerzo y que seguirá escuchando durante mucho tiempo el eco flamenco de la saga de los Heredia.

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