El Consejo de Gobierno aprobó ayer una partida de 78,9 millones de euros, a los que se sumarán otros cuatro del Ayuntamiento de Almería, para la rehabilitación integral del barrio de El Puche en los próximos diez años.

Los proyectos previstos por la Consejería de Vivienda, que van a beneficiar a los 5.400 vecinos del barrio, se centrarán en la zona centro, que es la más deteriorada, con una completa reurbanización y la creación de nuevas parcelas residenciales y espacios públicos. La Junta también contempla la rehabilitación de los edificios y espacios públicos en los sectores norte y sur, además de abordarse el desarrollo urbano del Polígono 2 del Sector 8 para crear un nuevo espacio residencial, de mejora de la integración con la ciudad y de los equipamientos.

En El Puche centro, que cuenta actualmente con 496 viviendas, parte de la población retornará a los nuevos inmuebles que se van a construir, mientras que el resto se realojará definitivamente en el nuevo Polígono 2 del Sector 8 en el que próximamente se iniciarán las obras de cuatro promociones con 218 viviendas protegidas en régimen de alquiler.

En el Puche Sur, dónde irán 427 viviendas y un total de 21 locales comerciales, ya se han iniciado las obras para el saneamiento, la reparación de elementos comunes y reurbanización del barrio, así como la renovación de redes de alumbrado, baja tensión y de la telefonía. Por último, en el Puche Norte se rehabilitarán las zonas comunes de 29 bloques, así como el interior de las 464 viviendas que componente este sector. También se reurbanizará este área con la creación de espacios públicos adaptados para los usos lúdicos y deportivos y se renovarán todas las infraestructuras.

El barrio de El Puche, situado en la zona este de la capital sobre una superficie de más de 266.000 metros cuadrados, surgió como una alternativa temporal para realojar a los afectados por las lluvias torrenciales de 1970. Esta solución en principio provisional acabó convirtiéndose en decisiva, pese a la ubicación excéntrica y desintegrada y la baja calidad de las edificaciones.

Atendiendo a características sociodemográficas, destaca la presencia de inmigrantes (sobre todo del Magreb) asentados a partir de la década de los noventa y que ahora representan la mitad de la población de la barriada. De entre los habitantes españoles, el 19% son de etnia gitana.