Almería

Mesa Roldán El escenario nazarí de Juego de Tronos

  • La torre será escenario de la sexta temporada de la serie A lo largo de los siglos ha vivido muchas incursiones de los barcos piratas

Llegó el día que millones de seriéfilos llevaban meses esperando. Hoy, por fin, empezarán a desvelarse muchos de los enigmas que dejó en el aire el final de la quinta temporada de Juego de Tronos. El estreno de la sexta será esta madrugada, a las 3:00 en España. Entre los protagonistas de la serie, este año, se han colado los paisajes almerienses. Carboneras, y más concretamente la torre de Mesa Roldán, junto al desierto de Tabernas, el paraje de El Chorrillo y la alcazaba de Almería, se han convertido en escenarios de la serie.

Poco se conoce sobre esta nueva temporada, en la que la ficción televisiva sobrepasa a las novelas escritas por George R.R. Martin. Por lo tanto, aventurar lo que sucederá en el entorno de Mesa Roldán sería muy osado. Por ahora, lo que se sabe por las imágenes adelantadas por Movistar+ es que allí rodaron Peter Dinklage (Tyrion Lannister), Jacob Anderson (Gusano Gris) y Nathalie Emmanuel (Missandei). Por lo tanto, no resulta descabellado pensar que Carboneras será una de las ciudades libres.

La belleza de la torre artillada no ha pasado desapercibida para los productores de la serie, como tampoco para los carboneros y visitantes que, desde hace años, reclaman la restauración y puesta en valor del monumento. Su estado actual es de abandono, "cayéndose piedra a piedra delante de nuestros ojos incrédulos y ante la indiferencia de las administraciones", cuenta el historiador Francisco Hernández Benzal, autor de varios libros sobre la historia de Carboneras.

Desde el Ayuntamiento llevan dos años solicitando el 1,5% Cultural que el Ministerio de Fomento destina a rehabilitación de monumentos. Sin embargo, hasta el momento, no ha habido respuesta positiva.

La construcción, tal y como se conoce hoy, con su forma de "torre pezuña" data de 1766. Sin embargo, sus orígenes son mucho más remotos. Ya desde el siglo IX se tiene constancia de que Abd-el-Rahman II asignó a los Banu Sirag la zona de Mesa Roldán con la intención de defender la costa de los ataques vikingos. "Por esta razón, quizás, construyeron la primera torre vigía sobre ese paraje", relata Francisco Hernández. Cuatro siglos después, bajo el reinado nazarí de Yusuf I, se implantó un sistema defensivo a lo largo de toda la costa levantina, allá por 1332. Desde lo alto de la torre puede divisarse toda la costa, el faro, de posterior construcción, y controlar la torre más próxima dentro de ese sistema de vigilancia, la del Rayo.

Tras la reconquista cristiana, en 1492 los Reyes Católicos donaron las tierras de lo que hoy es Carboneras al Condestable de Castilla, por su lucha contra los musulmanes. Como recoge la Historia de Carboneras de Francisco Hernández, en 1502 el Condestable las permutó con su primo Diego López de Haro. Pertenecían, por tanto, al señorío de Sorbas y Lubrín.

Para mantener a salvo el señorío de las incursiones berberiscas, la torre contaba con guardas que residían en ella. Mediante una chimenea situada en la zona baja, y "seguramente usando los arbustos del terreno y algunos otros productos para dotar de color al humo", se comunicaban con el resto de torres en caso de ataque, narra el historiador.

"Está considerada la torre vigía más peligrosa de Cabo de Gata. Por ello sus guardas cobraban más y fue testigo de muchas correrías de los piratas", cuenta Hernández Benzal desde lo alto de la atalaya, a la que se accede por una escalera de piedra en el lateral este de la torre.

En 1764, reinando Carlos III, se recuperó el uso de la torre musulmana, dotándola de un cabo y tres torreros. Dos años después se concluyó la construcción de la atalaya tal y como se conserva ahora: la zona sur semicircular, la norte prismática, casi gemela de la cercana torre de Macenas.

En su interior, cerrado al público, pueden apreciarse los restos de lo que fue en su día. La chimenea; el techo abovedado; las diferentes escaleras de piedra, iluminadas por el sol que se cuela por los numerosos agujeros de la fachada; el cuartillo del torrero, en la parte baja; y las almenas, casi destruidas, desde donde se disfrutan unas vistas espectaculares. Con el impulso que supone el rodaje de Juego de Tronos, quizás sea el momento de recuperar uno de los monumentos más simbólicos de Carboneras. "Una reconstrucción del interior serviría para acoger, por ejemplo, un Museo de la Piratería", propone Hernández Benzal.

A partir de esta madrugada habrá que estar atentos para descubrir en qué ha convertido la ficción una torre que vivió tantas historias y aventuras verdaderas.

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