COMUNICACIONES

La Mesa vuelve a casa después de elevar a Bruselas un ostracismo ferroviario

  • La delegación acaba de aterrizar en Málaga después de tres jornadas de encuentros con eurodiputados y técnicos en el Parlamento Europeo

El periplo de la Mesa del Ferrocaril por Bruselas llegó a su fin con la impresión de que la triste realidad de las infraestructuras ferroviarias tendrán una mayor supervisión y control por parte de los órganos competentes del Parlamento Europeo, si bien la Comisaría de Transportes ya había señalado en sus dos últimos informes sobre el Corredor Mediterráneo que en los tramos desde Murcia hasta la capital almeriense había un punto crítico que define como “eslabón perdido”.

La plataforma almeriense cerró su maratoniana agenda de reuniones y encuentros con eurodiputados, técnicos y altos cargos de las instituciones comunitarias detallando al responsable de las Redes Transeuropeas para España, Carlo de Grandis, lo que consideran una pretensión inaceptable del Gobierno para las obras de la Alta Velocidad en Almería: la vía única. El coordinador de la plataforma, José Carlos Tejada, argumentó a todos y cada uno de los interlocutores de la visita a la capital europea el lastre que supondría ese AVE low cost para las exportaciones agroalimentarias.

Y tomaron buena nota de las barreras que supondrían para miles de toneladas que cada año salen de la huerta de Europa y la pérdida de competitividad para las empresas productoras que podrían ahorrarse en logística en torno a 168 millones de euros anuales. Hay días que salen de Almería cerca de 2.000 camiones y el objetivo de Bruselas es reducir la huella de carbono y transferir tanto mercancías como pasajeros de las carreteras al modo ferroviario. Blanco y en botella. Pero es el Gobierno el que tiene la última palabra.

El ministro de Fomento será el que desvele el calendario y proyecto previsto para el Corredor Mediterráneo en la provincia, un proyecto europeo cofinanciado por la institución comunitaria pero gestionado por el Gobierno español. La Mesa ha cumplido con su trabajo y esta misma tarde aterrizaron en Málaga su decena de integrantes después de tres intensas jornadas en la sede de la Unión Europea gracias a la invitación cursada por el Grupo Parlamentario Socialista y la eurodiputada Clara Aguilera que se subió hace unos meses al tren de las reivindicaciones de Almería y no está dispuesta a bajarse. Después de los viajes-protesta a Sevilla y Madrid, el ferrocarril almeriense estacionó en Bruselas para ver si sus mensajes calan en Madrid. A la tercera va la vencida, la Mesa confía en la reactivación inmediata de las obras del AVE y en la mejora del tren convencional en pleno desmantelamiento.

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