política

Mil millones descarrilados

  • El debate parlamentario ha servido para sacar las vergüenzas de lo que dejaron de invertir socialistas y populares en el AVE de Almería a Murcia

El Corredor Mediterráneo volvió a descarrilar en el Congreso de los Diputados, al menos en los tramos de Almería a Murcia, los que han fueron definidos en los informes de la Comisión Europea como el "eslabón perdido" por la falta de inversiones del Gobierno de Rajoy en las últimas legislaturas. No fue posible la unanimidad de todos los grupos políticos a la hora de sacar adelante una Proposición No de Ley del PP, que fue enmendada por el diputado de Ciudadanos Diego Clemente, con la que instar al Ministerio de Fomento a fijar un calendario de obras e inversiones para los tramos pendientes, y tras un empate inicial en Comisión de Fomento acabó pereciendo por el rechazo de PSOE, Podemos, Bildu y ERC. Los partidos de izquierdas suelen hacer frente común para echar por tierra cualquier moción de los populares, como también ocurre a la inversa, pero no deja de sorprender las negativas de Bildu y ERC, así como la abstención de PNV y Compromís. Valencianos y catalanes, al menos en el ámbito de las patronales, están liderando la reivindicación de esta columna vertebral de las comunicaciones que recorrerá el litoral desde la frontera francesa hasta Algeciras y no es comprensible que le pongan zancadillas a las propuestas de la provincia almeriense por la falta de inversiones y condenas de los diferentes gobiernos al ostracismo ferroviario. Pero ya lo había dicho Rajoy esa misma mañana, horas antes de celebrarse la comisión en Carrera de San Jerónimo. "En política no hay absurdo imposible". Lo del Grupo Mixto es de juzgado de guardia. El diputado del Foro Asturias se marchó a cenar horas antes de la votación y lo sustituyó un representante de Bildu con lo que se produjo un cambio radical del sentido del voto, fallando las previsiones iniciales del PP. Y hoy mismo es Compromís el que se plante ante Fomento para exigirle que fije compromisos concretos y temporales y una programación para la ejecución real durante el pleno del Congreso después de su interpelación en la última sesión de control del Gobierno. Todo un despropósito que evidencia cierto caos político de los partidos que se deberían movilizar en el impulso del Corredor Mediterráneo y más postureo que sentido común.

Valencianos y catalanes luchan por la ampliación de un escuálido tercer carril y a Almería no llegan ni los tramos de vía única que han sido proyectados para abaratar los costes machacando el ortodoxo desdoblamiento que sí tienen las demás líneas entre los pasajeros y las mercancías. Pero más allá del segundo intento de unanimidad del arco parlamentario, después de que los populares boicotearan el primero en la última sesión de la anterior legislatura cuando todos los escaños almerienses estaban dispuestos a sellar una especie de declaración institucional en la que recogían las demandas de la Mesa del Ferrocarril, este nuevo tira y afloja político sólo sirvió y, va en su contra, para sacarle los colores a los partidos que han estado en los sillones de la Moncloa. En esta última Comisión de Fomento no fueron capaces de alcanzar una hoja de ruta compartida, la que en próximos días intentará retomar el diputado de C's en un ejercicio de eclecticismo parlamentario, como sí ocurriera en el Parlamento de Andalucía con una Proposición No de Ley que firmaron las fuerzas políticas de manera unánime. En el intenso y legítimo debate sobre las exigencias al Ejecutivo de unos y otros, que según la bancada van de pedirlo todo a conformarse con nada, se puso de manifiesto que se han dejado de invertir más de mil millones en la construcción de los tramos de la infraestructura entre Almería y Murcia. La financiación ha llegado a cuentagotas y no se ha ejecutado. Los populares exhiben los 614 millones que se dejaron de invertir entre 2004 y 2011 por el Gobierno de Zapatero y desde el PSOE echan mano de la historia más reciente para cargar contra los 417 millones que se esfumaron durante la legislatura de Rajoy.

Más de mil millones que darían para cuatro soterramientos de la ciudad, unos cuantos hospitales y comisarías y con los que completar la mitad de lo que todavía resta por construirse en el conjunto de la infraestructura ferroviaria con más dinamismo socioeconómico y demográfico del país. De hecho, el ministro informó el mismo día de la comisión del descarrilamiento de voluntades almerienses de que la inversión del Corredor supera los 17.000 millones de los que ya han gastado 13.500, 1.117 están en ejecución y otros 2.374 quedan pendientes de contratar. Pero en la provincia se presupuestan y se van sin más, trenes perdidos ante los que nadie responde. Es más, como ya publicó este periódico, cuando en la recta final del mandato de Zapatero intencionadamente se retrasó la redacción de proyectos constructivos de 12 a 24 meses se perdió la oportunidad de recibir más de 948 millones de Fondos de Cohesión Europea para Andalucía en materia ferroviaria. Después se culpó a la tortuga mora y con el PP son 1.648 días sin obras del AVE. La Mesa del Ferrocarril se reúne hoy con la eurodiputada socialista Clara Aguilera para abordar cómo será la expedición a Bruselas con la que presionar a un ministro de Fomento que visitará la provincia en los próximos días.

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