El adiós de Santiago Martínez Cabrejas

Muere a los 67 años el primer alcalde de la democracia

  • A las 8:30 horas el PSOE informaba a los concejales y compañeros del fallecimiento tras una larga enfermedad. Reconocimiento El alcalde Luis Rogelio Rodríguez convocó un Pleno extraordinario para decretar tres días de luto oficial. Honores La corporación al completo y exalcaldes de la capital recibieron los restos mortales en el Ayuntamiento.

Almería despide hoy con honores al primer alcalde de la democracia. Santiago Martínez Cabrejas falleció ayer a los 67 años de edad tras años de lucha contra una cruel enfermedad que le ha mantenido alejado en los últimos años. Murió de madrugada, un día después del aniversario de su nacimiento (1948).

A las ocho de la mañana el PSOE anunciaba la triste noticia, y también hacían lo propio los concejales del equipo de gobierno actual del Ayuntamiento de Almería. El alcalde, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, convocó un Pleno extraordinario en el que además de lamentar profundamente la pérdida de un "político cabal" y un "compañero leal", decretó tres días de luto oficial en la ciudad y que las banderas ondeen a media asta y con crespón negro hasta el próximo día 28 de febrero.

Visiblemente afectado, con los ojos llenos de lágrimas, Luis Rogelio ensalzó la labor de Martínez Cabrejas desde el primer día de su mandato tras la transición. Indicó que "supo estar al frente de un grupo de concejales que, unidos, supieron hacer de Almería una ciudad cada día más desarrollada. Fue la primera persona que convirtió el salón de plenos en un foro de ideas libres tras los duros años de la dictadura. Como presidente de la Diputación en aquellos años siempre traté con un alcalde cercano, convincente y con ideas sólidas. Siempre dio lo mejor de sí mismo y nos deja el ejemplo de que juntos, los almerienses, somos capaces de superar las mayores dificultades". Rodríguez-Comendador lamentó su pérdida, entristecido, y trasladó el pésame institucional a la familia, amigos y compañeros.

Con un nudo en la garganta y muy emocionada, la portavoz del Grupo Municipal Socialista, Mari Carmen Núñez, aseguró que esta era "la intervención más difícil" que había hecho desde que es concejala. Sentenció que "Almería ha perdido a un alcalde, a un gran hombre y para muchos un gran amigo". Destacó su lucha incansable por la igualdad y la sonrisa que nunca se borraba de su boca. Sin poder esbozar más palabras, ahogada por las lágrimas, acabó señalando que "es un día muy doloroso en el que los socialistas pierden a un compañero muy querido".

Palabras de elogio también tuvo el portavoz del Grupo Municipal de Izquierda Unida, Rafael Esteban, quien además de lamentar su muerte, señaló que nunca se ha encontrado con una persona tan humana como él, y un gran político. "Almería le debe un gran homenaje, pues en la memoria de esta ciudad siempre estará Santi, como quería que le llamaran los amigos", recordó.

Pablo Venzal compartió con los presentes en el salón de plenos anécdotas curiosas de cuando eran vecinos en la Avenida de la Estación, cuando coincidían en el ascensor y "siempre tenía palabras amables". "El primer día que tomó posesión llegó andando, con una chaquetilla gris y un maletín en la mano, sin escolta ni nada. Era una persona humilde que incluso cuando lo llamamos para comunicarle que le íbamos a poner su nombre a una calle de la capital nos dijo que si es que habíamos perdido la cabeza, que él no era merecedor de aquel honor", apuntó el concejal, al tiempo que destacó su capacidad de modernizar la administración local en los tiempos más complicados.

Poco después de las 18:00 horas llegaba la Plaza de la Constitución el coche fúnebre con los restos mortales de Santiago Martínez Cabrejas. La corporación al completo y exalcaldes de la ciudad, además de numerosos cargos de la vida política, le esperaban para rendirle honores antes de entrar al salón de plenos del Ayuntamiento, donde quedó instalada la capilla ardiente, que cerrará sus puertas a las 09:00 horas de hoy. A esa hora, la Corporación Municipal dará el último adiós al que fuera primer alcalde de esta ciudad en el actual periodo democrático y, a las 09:30 horas, la Policía Local le rendirá honores en la Plaza Vieja, antes de ser incinerado.

A su llegada a la Plaza, la Policía Local portó a hombros el féretro hasta el salón de plenos, donde fue cubierto con la bandera de Almería. Encima lucía un bastón de mando y la medalla de oro de la ciudad. En un lateral una fotografía suya. Muy emotivo fue el acto de apertura de la capilla ardiente, donde el alcalde, que acompañó a la familia también durante la misa en el tanatorio, dijo unas palabras de recuerdo ante la multitud.

Desde primera hora fueron muchos los almerienses que pasaron a darle el último adiós al que consideran uno de los alcaldes de Almería más queridos y cercanos a los problemas de su pueblo. Todos, tanto políticos como ciudadanos, coinciden en que "era un hombre humilde que no dejaba de hablar con la gente y preocuparse por sus necesidades".

Además del primer alcalde de la democracia en la capital, también es, hasta hoy, el alcalde que más tiempo ha estado en el gobierno de la capital. Durante 16 años dirigió la ciudad con un estilo cercano y abierto, siempre dispuesto a solucionar los problemas de la gente, a la que incluso recibía en su propia casa si era necesario, y a cualquier hora.

Cabe recordar que tomó posesión en el año 1979 y se mantuvo como regidor hasta 1991. En una segunda etapa, volvió a tomar el bastón de mando en el año 1999 hasta 2003, cuando el PSOE volvió a rescatar su carisma para ganar las elecciones municipales.

Durante la primera etapa, muchas fueron las obras singulares que llevó a cabo, pero sin duda, una de las más importantes fue dar los primeros pasos para la modernización de una ciudad cuyos barrios no tenían ni luz ni agua. Llevó las conducciones a todos los puntos de Almería. Además del artífice de obras tan emblemáticas como la Rambla Federico García Lorca o la organización de los Juegos del Mediterráneo en el año 2005, Santiago Martínez Cabrejas abordó con valentía una serie de infraestructuras muy necesarias para modernizar la ciudad. Era abogado laboralista y un gran futbolista. Era hijo de un guardia civil y es la única persona que cuenta con la medalla de oro de Almería, que también la tiene la patrona, la Virgen del Mar.

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