Almería

Tarde perfumada de flores y altares en honor al Corpus

  • Cinco monumentos efímeros recibieron la bendición al paso del Santísimo La Banda San Indalecio de La Cañada sonó tras la Custodia.

Una plaza de la Catedral con menos gente de la habitual y con mucha calor recibió al Santísimo Sacramento del Altar en la procesión que recorrió las principales calles de Almería en la jornada de ayer. A las 11:30 de la mañana se celebró la Misa Estacional, presidida por el Obispo de la Diócesis de Almería, Adolfo González Montes. Seguidamente, se expuso el Santísimo Sacramento hasta las 18:00 horas, momento en el que comenzó el rezo Solemne de las Vísperas, por lo cual la Catedral permaneció abierta durante toda la jornada. Pasados unos minutos de las 18:40 de la tarde comenzó a organizarse el cortejo procesional. Dicha función correspondió a la Hermandad de la Virgen del Carmen Coronada Reina de las Huertas. La Cruz Parroquial abrió el desfile, a la que le siguió la representación de las Hermandades y Cofradías de la ciudad e incluso algunas de la provincia. La Junta Directiva de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Almería y las corporaciones sacramentales precedieron la salida del Santísimo. El cuerpo de ciriales de la Corporación de Estudiantes fue quien antecedió a la Custodia. La misma, fue llevada por varios Diáconos y, como siempre, por el hermano de Estudiantes, Antonio Jesús Artero. Una lluvia de pétalos cayó desde la Catedral al salir su Divina Majestad en su majestuoso trono.

 

La Banda de Música San Indalecio de La Cañada comenzó a interpretar sus sones tras la Custodia después de los aplausos del público asistente a la salida del Santísimo Sacramento. Las autoridades civiles de la ciudad también acompañaron a la Custodia tras las autoridades religiosas, encabezadas por el Obispo de la ciudad. El cortejo se dirigió hasta la calle Eduardo Pérez para enfilar la calle Trajano. Allí estaba el primero de los cinco altares que se montaron al paso de su Divina Majestad durante la procesión de ayer. En concreto, el monumento efímero de Coronación se colocó en el número 13 de dicha vía. El mismo, expuesto por el titular de la hermandad San Juan Evangelista, recibió muchas visitas desde por la mañana. Al pasar el Santísimo Sacramento, se detuvo ante el Altar y el Obispo realizó la bendición.  A continuación, el cortejo procesional siguió por la calle Lachambre hasta llegar al Paseo de Almería donde la Sagrada Custodia fue recibida por multitud de personas. Padres y familiares de los niños y niñas que han hecho este año su Primera Comunión y que procesionaron ayer junto al Santísimo, y también muchos cofrades y almerienses que salieron a la calle en esta jornada tan especial que conmemora el día del Señor.

 

Tras abandonar la vía más céntrica de la ciudad, el Santísimo Sacramento llegó hasta la Puerta Purchena donde se detuvo en el segundo Altar Efímero de la jornada. En concreto, el de otra hermandad que se ha sumado a esta tradición de montar monumentos al paso de la Custodia. La Cofradía de la Macarena montó su Altar a la altura de la farmacia Durbán. El monumento representó a la Santa Beatriz de Silva, fundadora de la orden de la Inmaculada Concepción de las siervas de María en el 500 aniversario del Monasterio de las Puras en nuestra ciudad. El tercer Altar Efímero, montado por la Hermandad de la Soledad, recibió a la Custodia en la Iglesia de Santiago. Por séptimo año consecutivo, la corporación del Viernes Santo rindió homenaje al Santísimo con un monumento que fue presidido por una imagen distinta a la de los años anteriores. La procesión se adentró en la calle de las Tiendas donde su Divina Majestad se paró ante el cuarto de los altares montado por la Santa Cena y que, por cierto, recibió el segundo premio del 'I Concurso de Altares de la Agrupación'. El cortejo prosiguió hasta la calle Mariana, donde visitó al quinto y último Altar, montado por la Cofradía del Silencio y que obtuvo el primer premio del concurso agrupacional. Fue instalado en la fachada lateral del Convento de las Claras. La procesión siguió por Plaza de la Administración Vieja y calle Cervantes hasta desembocar nuevamente en la Plaza de la Catedral donde el Obispo impartió la bendición a todos los asistentes.

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