Crítica de cine

Unos X-Men con un coste de bajo presupuesto

El cine de superhéroes es, ahora mismo, un valor seguro en taquilla, y no sólo las grandes productoras se han dado cuenta. Push es una película de "bajo presupuesto" (entrecomillado porque 38 millones de dólares no los ha visto una película en Europa desde hace mucho tiempo) muy influenciada por la serie Héroes y por lo tanto por X-Men. Gente con dones especiales, como telekinesis, visiones del futuro... perseguida por agentes de una misteriosa corporación.

Lo curioso de la cinta es que parece que al guionista y al director lo que les interesa es complicarlo todo, irse por las ramas, hacer escenas de acción interesantes, y mostrar Hong-Kong. Sin embargo, la película es lo suficientemente entretenida, con conceptos muy imaginativos que rayan el mejor cine fantástico (pistolas flotando, ataques de sonido...), como para que se pasen por alto los muchos fallos que tiene, como por ejemplo el nivel de poder del protagonista: en un momento está desviando balas con la mente y al siguiente no puede evitar que alguien normal le de un puñetazo. La película es así, y hay que aceptarlo, todo ocurre según la lógica del guionista, y los espectadores no podemos hacer más que dejarnos llevar. Por suerte, la niña actriz Dakota Fanning (la hija de Tom Cruise en La guerra de los mundos) es una intérprete espectacularmente buena, y su sola presencia hace que la película mejore mucho. El protagonista, curiosamente, ya había interpretado a un superhéroe antes (en Los 4 fantásticos) y aunque no tiene mucho que hacer, es correcto.

En resumen, si quiere divertirse un buen rato en el cine, vaya a ver la película, pero deje el cerebro en la puerta.

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