-Hasta hace poco su decisión era no presentarse como alcaldable del PP. ¿Por qué ha decidido cambiar de opinión y erigirse nuevamente como cabeza de lista por el PP para las elecciones municipales en Gádor?

-Es cierto que había anunciado públicamente mi intención de no seguir en la Alcaldía, pero vivimos momentos muy difíciles y nadie podía entender que en los momentos de mayor dificultad, me quedara en un segundo plano, ahora es el momento de dar cada uno lo mejor de si mismo y me encuentro con fuerzas y ganas de seguir tirando del carro cuatro años más.

También han sido multitud de gadorenses los que me han animado a continuar en la brecha y tengo una cosa clara, si a mis vecinos y a mi partido les debo todo en política, ahora debo estar donde ellos me pidan.

-Su nombre está asociado a su municipio prácticamente desde que en España se instauró la democracia. Lleva ya siete legislaturas como primer edil. ¿Mantiene intacta la ilusión?

-Soy alcalde de Gádor desde junio de 1987, casi 28 años comencé muy joven, pero el tiempo al contrario de quitarme las ganas me las ha aumentado, cada día que pasa tengo ganas de hacer cosas nuevas por mi pueblo, diría que tengo mas ilusión y ganas que nunca.

Tengo proyectos en mente para los jóvenes de Gádor que tanto necesitan de oportunidades, para las mujeres, quiero seguir haciendo de Gádor un referente, tengo un equipo admirable, trabajador, entregado y los gadorenses son el mejor estímulo para hacer y pensar cada día cosas nuevas, ya que lo único que me ha movido en todo este tiempo es trabajar por las personas.

-Si echa la vista hacia atrás, ¿en qué ha cambiado Gádor en estas tres últimas décadas?

-El cambio de Gádor ha sido espectacular, ha pasado de ser un pequeño pueblo de Almería a ser un referente a nivel provincial, poca gente se explica que solo tengamos poco más de 3.000 habitantes con la actividad que tenemos y las infraestructuras que disfrutamos. Las cosas que se hacen en Gádor aunque parezca una modestia son inmediatamente imitadas por los pueblos del entorno.

Disfrutamos de infraestructuras que no las tienen municipios de más de 50.000 habitantes, si lo digo claro de 50.000 habitantes, la calidad de los servicios es impresionante, la limpieza, las actividades todo en Gádor es extraordinario, y eso lo reconocen hasta nuestros detractores.

-¿Cuáles son los grandes hitos que ha conseguido su municipio durante su mandato?

-Gádor fue premio nacional del Deporte, otorgado por su majestad el Rey de España. Fuimos subsede de los Juegos del Mediterráneo, lideramos la construcción de la fabrica de zumos, que da empleo a centenares de vecinos, hemos construido infraestructuras que antes estaban en los sueños de los gadorenses como el puente sobre el río Andarax. Además, los gadorenses disfrutan de una calidad de vida admirable, tenemos de casi todo que se puede tener, en un entorno natural extraordinario como es el Valle del Andarax.

-¿En qué ha cambiado su persona con el paso de todo este tiempo? Porque la política municipal también quema...

-Yo soy el mismo de antes, cuando me levanto por la mañana hago el ejercicio de que soy Eugenio Gonzálvez, maestro de escuela que es el lugar al que volveré algún día. Tengo un objetivo claro que no es otro que ayudar a todos mis vecinos sean quien sean y vengan de donde vengan. Mi pasión es Gádor, mi sueño es Gádor y los gadorenses.

Es cierto que a lo largo del tiempo algunos que eran muy amigos ya no lo son tanto. Pero si algo me llena de orgullo y alegría es que muchos de los que mas hicieron por borrarme de la política en la anterior legislatura, ahora son personas que han reconocido sus errores y ahora son gente cercana a mí, han visto que con la mentira y la difamación no se iba a ningún sitio.

-¿Va a seguir compatibilizando su responsabilidad municipal con la de senador en Madrid?

-Yo siempre estaré donde digan los gadorenses y el Partido Popular. Lo que soy en política se lo debo a ellos. Para mí es algo extraordinario ser senador porque me permite trabajar en la Cámara Alta por mi tierra y mis paisanos.

-¿Lo volveremos a ver en la Diputación Provincial?

-He sido dos veces diputado provincial, la segunda con un sabor agridulce ya que fui candidato a Presidente. Creo que esa etapa está cerrada, aunque como le dije antes estaré donde diga mi partido.

-Si los gadorenses vuelven a confiar en usted como responsable de la gestión del Ayuntamiento, ¿qué planes de futuro tiene para su pueblo?

-Si los gadorenses continúan confiando en mí, tengo multitud de proyectos, quedan muchas cosas por hacer en el futuro como el mantenimiento de los servicios de calidad, hacer un pueblo cada vez más habitable para las familias, colaborar con los empresarios para abrir un mundo de oportunidades para los jóvenes de Gádor, que puedan encontrar un puesto de trabajo con facilidad. También lograr la construcción de una Residencia de Mayores en la que ya estamos trabajando actualmente, el sueño inalcanzado de eliminar los pasos a nivel y conseguir eliminar la infravivienda en la zona de cuevas del Salto del Agua y el Garranchuelo, serán entre otros los objetivos de la próxima legislatura, pero sin perder a la persona como el eje de la acción de gobierno sin olvidar nuestras costumbres y tradiciones.

- Los más críticos tachan este anuncio de falta de renovación y regeneración política. ¿Está de acuerdo?

-No se a quién se referirá usted. Si habla por el partido de la oposición son más antiguos en la política local que yo, llegaron cuatro años antes, aunque reconozco que en la oposición hace mucho frío. Es cierto que se habla mucho de renovación, pero tengo que decirle que estoy dispuesto a aportar mi experiencia cuatro años más, me lo ha pedido mi pueblo, me lo pidió por unanimidad una asamblea de más de 200 militantes, me lo están agradeciendo los gadorenses por las calles cuando salgo a la calle esta semana, me lo ha pedido mi partido, y me lo pide mi corazón, de que tengo que seguir en la brecha porque tengo ganas, experiencia, ilusión y fuerzas por hacer de Gádor un pueblo cada vez mejor. Un pueblo en el que todos juntos podemos hacer muchas cosas, un pueblo en el que quepamos todos, porque con mi forma de hacer política, Gádor somos todos.