La plaza de la Constitución, situada frente a la iglesia, se convierte en centro neurálgico de la fiesta este domingo. Aquí tendrá lugar la tradicional paella que será elaborada por el canjilón Antonio Esteban, alumno de la Escuela de Hostelería de Almería. "Se preparará una paella para más de mil personas", recuerda el alcalde Francisco Alonso, que añade: "Es una actividad que sirve para fomentar la convivencia entre los vecinos y visitantes". La paella popular dará comienzo a las 14:00 horas. Antes, durante la preparación del arroz se llevará a cabo el concurso de zurraches y mustelas, así como el de tortilla de patatas.

Por la tarde, a las 20:00 horas en el Salón de las Cabanillas, tendrá lugar la presentación la presentación del libro Moros y Cristianos de Canjáyar, así como el nombramiento del primer cronista oficial de la Villa de Canjáyar Emilio Esteban Hanza.

Estas son algunas de las actividades que restan por celebrar dentro de las fiestas patronales en honor a la Santa Cruz del Voto, que celebra el pueblo alpujarreño de Canjáyar desde el pasado jueves. Fue el viernes el día grande de estas fiestas. Esa jornada los vecinos, y muchos visitantes, rindieron honores y pleitesía a la patrona. Los cultos en honor a la Santa Cruz se sucedieron desde la mañana hasta la noche.

Fue cuando el sol se escondió cuando la venerable imagen del Ángel portando la Santa Cruz salía por la puerta principal del templo llevada a hombros por el grupo de hermanos costaleros. Más de 50 valientes que siguieron las órdenes marcadas por los capataces Miguel Vidaña Ramos y Juan José Sánchez González.

Tras el trono seguían las autoridades eclesiásticas, locales y miembros de la Hermandad de la Santa Cruz. También el grupo de mantillas que acompañan a la imagen. Un grupo de más de 40 mujeres. Por supuesto, cientos de vecinos que recorrieron en procesión las principales calles del municipio mostrando su devoción a la patrona, a la que acompañó en su discurrir por Canjáyar la imagen de San Antonio Abad, patrón de esta localidad.

El mismo fervor que se sintió ayer durante la procesión de la Santa Cruz en su templete, acompañada por San Antonio Abad, hasta la ermita de San Blas, situada en el cerro que lleva su nombre. Desde allí se celebró uno de los actos más tradicionales de estas fiestas, la bendición de los campos por parte del párroco de la localidad, Miguel Hernández Romero, que antes había oficiado una santa misa en la que actuó la Coral Virgen del Mar.

En todos estos actos se escuchó más de una vez el himno de la Santa Cruz que reza: "Nuestra Cruz vino aquí a redemirnos desde Tierra Santa navegando sobre un mar azul...". Un himno con el que todos los canjilones expresan su devoción a la patrona. De hecho, los lugareños aseguran que el momento cúspide de estas fiestas es la salida de la Santa Cruz a la calle.