La sociedad que construirá el gasoducto marino entre Almería y Argelia ha anunciado su compromiso de compensar a los pescadores almerienses en el caso de producir "algún perjuicio", aunque considera que existen garantías suficientes para manifestar que el futuro del sector no corre ningún peligro.

El presidente de Medgaz, Pedro Miró, ha recordado que no se trata del "primer gasoducto que se hace a 2.000 metros de profundidad", además de que existen "numerosos estudios e informes que demuestran que es compatible" la instalación de esta tubería con la actividad pesquera.

Miró ha realizado estas declaraciones después de que los pescadores de Almería mostrasen su rechazo al actual trayecto del gasoducto mientras no se les garantizase que el tendido de los tubos no afecte a su actividad diaria, para lo que llegaron, incluso, a amenazar con bloquear con sus barcos el Castoro Sei.

El proyecto de construcción del gasoducto invertirá 70 millones de euros en Almería, lo que supone casi el 8% del presupuesto total del gasoducto, que asciende a 900 millones de euros. El objetivo del consorcio pasa por integrarse de la forma más natural posible en el entramado social de la vida almeriense, además de desarrollar el proyecto dentro del plazo previsto, conforme al presupuesto y con escrupuloso respeto al medio ambiente y a las medidas de seguridad, salud e higiene laboral.

Además, prevé maximizar y optimizar la utilización del gasoducto mediante una operación eficiente, así como duplicar la capacidad del gasoducto si la futura demanda lo requiere.

Medgaz también desea contribuir al desarrollo sostenible, social, cultural y económico de la provincia. Ya ha dado los primeros pasos en esta dirección, que ha supuesto la construcción de oficinas y un centro de control en el puerto de Almería; la firma de un acuerdo de colaboración con la Universidad de Almería y la Fundación Mediterránea con el objetivo de fomentar la investigación científica y tecnológica.

Asimismo, se ha comprometido a patrocinar eventos deportivos y culturales y a contratar mano de obra local.

El accionariado de Medgaz está compuesto por Sonatrach, que cuenta con el 36% del capital social; Cepsa e Iberdrola, con el 20% cada una; y Endesa y Gaz de France, ambas con el 12%.

El proyecto se fraguó hace casi ocho años, cuando la sociedad lanzó el proyecto y comenzó los contactos con instituciones, entidades y asociaciones para alcanzar puntos de acuerdo en el trazado. Los estudios de viabilidad se realizaron entre 2002 y principios de 2003. La confirmación del trazado definitivo se obtuvo a caballo entre 2003 y 2004. Desde entonces y hasta 2006, se firmaron acuerdos comerciales y se fijó la inversión de 900 millones.