Almería

Las denuncias por conducción temeraria se triplican en 2015

  • Tráfico interpone en el último año 190 infracciones administrativas muy graves frente a las 63 del ejercicio anterior. Si ponen en riesgo la vida de otras personas entran en la vía penal

Estado en el que quedó el BMW Serie 1 siniestrado en la playa junto al camping de La Garrofa.

Estado en el que quedó el BMW Serie 1 siniestrado en la playa junto al camping de La Garrofa. / Ricardo García

El conductor de 76 años que causó un accidente entre un turismo y un camión con tres heridos, después de circular cerca de 300 metros en sentido contrario por la A-7, será enjuiciado en los próximos meses como presunto autor de un delito de conducción temeraria y otro de lesiones, además de su infracción al Reglamento de Circulación, tal y como recogen las diligencias del Juzgado de Instrucción de guardia incoadas una vez personado en la Comandancia de la Guardia Civil. El de este anciano que se confundió de carril y circuló a contracorriente antes de cambiar el sentido de la marcha, y que nada tiene que ver con un supuesto kamikaze que lo hacía por una apuesta como en un primer momento se planteó, es un claro ejemplo de una peligrosa práctica más común de lo que parece. Ese tipo de maniobra derivada de una mala interpretación o percepción de la señales, una equivocación de riesgo más frecuente en la tercera edad por pérdida de condiciones psicofísicas, está detrás de buena parte de las denuncias formuladas por los agentes de la Guardia Civil y de las policías locales por conducción temeraria que se castigan con una infracción administrativa muy grave que implica la pérdida de seis puntos y sanción económica de 500 euros, siempre y cuando no se ponga en peligro la integridad y vida de otras personas. En el caso del conductor de avanzada edad el proceso ha derivado a la vía penal porque son tres los heridos en la colisión que provocó su tropelía, un extremo menos habitual que lo convierte en delito y cuya pena de cárcel oscila entre seis meses y dos años, además de la privación del derecho a conducir vehículos por tiempo superior a uno y hasta seis años. El artículo 380 del Código Penal incrementa la condena de dos a cinco años y la retirada del permiso de seis a diez años si esa acción temeraria supone además un desprecio por la vida de otras personas. Ocurrió, por ejemplo, en febrero del pasado año cuando un conductor de nacionalidad marroquí y 34 años de edad circuló 27 kilómetros en sentido contrario en la A-7 a las cuatro de la madrugada a la altura de Vícar, bajo los efectos del alcohol y sin carné de conducir. Tan sólo unas semanas después fue condenado por el juez Luis Columna a tres años y seis meses de prisión.

Pero la comisión de presuntos delitos queda todavía lejos de las cifras de multas por infracciones administrativas muy graves. En el último ejercicio se ha producido un incremento alarmante de las denuncias por temeridad hasta alcanzar las 190. De hecho, se han llegado a triplicar porque en 2014 fueron 63. La Jefatura Provincial de Tráfico cuenta con 33 cámaras de televisión y los medios aéreos como principal aliado a la hora de cazar estas prácticas en carreteras almerienses, siendo lógicamente más preocupante las realizadas en autovías por la celeridad a la que circulan los vehículos. Si bien los excesos de velocidad y el uso del móvil siguen siendo las grandes asignaturas pendientes, el notable aumento de temeridades al volante implica un mayor esfuerzo en vigilancia por parte de los operadores del Centro de Gestión del Tráfico, así como en la concienciación de los conductores. El carné por puntos y el despliegue de medios físicos como los radares fijos y móviles por la red de carreteras de la provincia han conseguido bajar la siniestralidad a mínimos históricos, pese al repunte del último año que coincide con el de los conductores temerarios, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Casi 100.000 condenas por delitos de tráfico se dictan cada año en los juzgados españoles, la mayoría por circular sin carné, seguidas por los que exponen su vida y la del resto de usuarios al hacerlo bajo el efecto de las drogas y el alcohol. Tan sólo en Almería en 2014 fueron 1.357 las sentencias que se señalaron, de las que 26 atienden a los que cometieron imprudencias con grave riesgo para otras personas como los que superan en 60 kilómetros por hora en vías urbanas y en 80 en las interurbanas los límites de velocidad permitida o con una tasa de alcohol espirado por encima de los 1,2 gramos por litro. En la última memoria de la Fiscalía de Seguridad Vial de Almería, a la espera de que se conozcan los datos de 2015, figuran una treintena de diligencias incoadas y otros 25 procedimientos abreviados por presuntos delitos de conducción temeraria. Prácticas a extinguir que el Código Penal castiga cada vez con más dureza y que Tráfico persigue para no dejarlas sin sanción.

Ni apuestas, ni carreras ilegales, ni conductores kamikazes

El jefe provincial de Tráfico de Almería, José María Méndez, asegura que en las carreteras almerienses no han tenido constancia ni denuncias, al menos en la última década, de que se hayan detectado carreras ilegales, apuestas de coches por circular en sentido contrario y otras prácticas negligentes que pongan en serio riesgo la seguridad de los demás conductores. Si bien es cierto que se han investigado este tipo de delitos por conducción temeraria en algunos puntos de la provincia, sobre todo en los núcleos urbanos, nunca se ha podido confirmar por parte de los investigadores, ya sean de las policías locales o de los agentes de la Guardia Civil de Tráfico. El responsable desde hace más de una década de la seguridad vial y la circulación en la provincia destaca que se han incrementado los medios para la vigilancia y control de las conductas temerarias al volante. 

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