Almería

El dueño de la granja de cerdos ya fue multado por maltrato animal

  • El juez lo condenó en enero al pago de 10 euros al día durante un mes. La primera vez que el Seprona entró en la explotación, encontró una burra muerta y preñada

El granjero al que ayer retiraron de su explotación, en Huércal de Almería, todos los animales que tenía y le sacrificaron dos cerdos, ya fue condenado como responsable de una falta de abandono de animales domésticos por el Juzgado de Instrucción número dos de Almería.

La jueza lo condenó a una pena de multa de un mes a razón de una cuota diaria de 10 euros, así como al abandono de las costas procesales devengadas. Se trata de una multa que, en caso de impago, el condenado quedaba sujeto a una responsabilidad personal subsidiaria de un día de privación de libertad por cada dos cuotas no satisfechas.

Los hechos se remontan al día 8 de octubre de 2006, cuando agentes del Seprona instruyeron un atestado contra Francisco R. M. por unos hechos, presuntamente, constitutivos de un delito de abandono de animales. El Ministerio Fiscal así lo consideró y apuntó al propietario de la explotación como el único responsable de lo denunciado.

La finca se encuentra en el paraje Zaramula. Hasta allí se desplazaron los agentes del Seprona hace dos años. Accedieron al interior de la finca por un agujero y lo primero que hallaron fue una burra preñada muerta en el suelo. Durante la inspección del lugar, se percataron de que los comederos de los animales estaban totalmente vacíos, y varios animales (cinco caballos, dos potros, siete burras, seis cabras, una marrana, dos perros y varias gallinas y palomas) rebuscaban alimento entre los excrementos. Según la sentencia, dos de los caballos y otros dos potros presentaba un estado visible de desnutrición. El Seprona acreditó que el único abrevadero que había era una bañera vieja que estaba casi vacía.

Del mismo modo, no quedó acreditado que existieran alpacas de alfalfa y de paja esparcidas por la finca para que comieran los animales, ni que la causa de las condiciones en las que se hallaban los animales fuera, únicamente, la falta de agua por haber cortado el Ayuntamiento el suministro en dicha finca.

Esta es la prueba que certifica la irresponsabilidad del dueño de la explotación y el incumplimiento reiterativo de la Ley de Sanidad Animal.

En esta ocasión, la condena contra Francisco R. M. podría ser aún mayor, pues según indicó el delegado provincial de Agricultura de la Junta de Andalucía, Juan Deus, sobre el granjero pesan ya varios expedientes sancionadores. El juez podría endurecer la multa al presunto infractor al ser una falta reiterada.

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