Hay ocasiones en las que los adultos dejan de lado su madurez y vuelven a sentirse como los niños que fueron años atrás. Y la Cabalgata de los Reyes Magos es una de esas situaciones. Así que ayer por la tarde cientos de almerienses que hace años dejaron el colegio y la mayoría de edad, se pusieron el traje de infantes y salieron a las calles de la capital a compartir la ilusión de ver a Melchor, Gaspar y Baltasar.

Muchos de ellos se contagiaban de las caras de expectación que mostraban sus hijos o sobrinos cuando los ponían sobre sus hombros, esperando a ver llegar por el horizonte las carrozas y los birretes de los Reyes Magos.

La comitiva real recorrió las calles Rambla Obispo Orberá, Puerta de Purchena, Paseo de Almería, Plaza Emilio Pérez, Avenida Federico García Lorca; acabando en el Anfiteatro de la Rambla. En ese punto algunos vecinos aguardaban a que Melchor, Gaspasr y Baltasar les tiraran caramelos nada más empezar el recorrido. Sin embargo, el comienzo del mismo estaba en Rambla Obispo Orberá, con lo que al no producirse el lanzamiento de los dulces, hubo vecinos que se quejaron a voz en grito. Tal fue la protesta colectiva, que desde el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Almería se indicó que se comenzara con el lanzamiento de los caramelos.

Salvo ese pequeño contratiempo, la Cabalgata de los Reyes Magos transcurrió con normalidad, y los miles de almerienses que se agolpaban en los diferentes puntos de paso, pudieron disfrutar de una noche con una climatología agradable para esta época del año.

Los emisarios de Baltasar, Gaspar y Melchor de este año han sido Juan José Salvador Moreno, secretario de la Hermandad del Rocío de Almería; Felipe Ortiz Molina, fotógrafo y presidente de la Asociación de Vecinos Mar y Playa de El Zapillo; y Humberto Kessel Sardiñas, facultativo especialista del Área de Geriatría del Hospital Torrecárdenas.

La comitiva real partió como cada año desde La Alcazaba, desde donde bajaron los Reyes Magos y todos sus pajes y acompañantes. Bajo la Puerta de la Justicia esperaban cientos de familias el momento en el que Sus Majestades de Oriente se subieron a lomos de los camellos que los llevaron hasta la Plaza Vieja de Almería. La expectación por ver esos primeros momentos hizo que, incluso, muchas personas se encaramaran a las laderas del monumento musulmán.

Frente al Ayuntamiento también había decenas de familias de la capital esperando a que la comitiva real llegara y a que los Reyes Magos se asomaran a los balcones para saludarles. Desde ellos el Obispo de Almería, el alcalde de la ciudad y el Rey Baltasar ofrecieron sendos discursos.

Después, la comitiva real se dirigió a la zona donde les aguardaban las carrozas y todo su séquito para comenzar la cabalgata, que recorrió la zona centro de la capital almeriense.

Personajes Disney muy populares como Peter Pan, La Bella y La Bestia, Frozen o el Rey León repartieron caramelos hasta un total de más de 12.300 kilos, todos aptos para celiacos. Así mismo, hubo cuatro pasacalles de compañías internacionales, unos divertidos como las peripecias de Santa Claus, otros muy bellos y estéticos como las burbujas que movían en su interior las acróbatas, y los dos últimos espectaculares, los dragones que surcaban el cielo y los caballos blancos. Un total de 23 actores hicieron posible estos pasacalles. No podía faltar la música en directo de la Banda Municipal de Música, y hasta la nieve hizo aparición para crear un ambiente navideño con 160 máquinas de nieve artificial.

En la Cabalgata también se pudieron ver ocas, camellos y elefantes. Otra de las sorpresas fue la presencia de Melchor, Gaspar y Baltasar en tronos iluminados con tecnología Led.

El séquito real acabó su recorrido en el Anfiteatro de la Rambla, punto desde el que los niños y mayores se retiraron a sus casas a esperar, sobre todo los más pequeños de la casa, a que Melchor, Baltasar y Gaspar les trajeran sus regalos. Hoy por la mañana será el momento en el que la ilusión de todos se traduzca en la alegría por todo lo recibido.