Almería

Al otro lado del Paseo

  • Plazas y calles desde la artería principal de la ciudad hasta la calle Real entran en el nuevo plan ideado por el Ayuntamiento

  • Bares y comercios saldrán beneficiados

Al otro lado del Paseo

Al otro lado del Paseo

Cinco años después de que concluyera el Plan Centro, el Ayuntamiento de Almería vuelve a la carga con la peatonalización de plazas y calles. Esta vez con una amplia carta de espacios sobre los que actuar al objeto de crear un área compacta donde la circulación de vehículos quedará cerrada o restringida. El epicentro de esta nueva fase es el casco histórico, desde el Paseo de Almería hasta la calle Real. Justo donde se concentran comercios, pero sobre todo un mayor número de negocios de hostelería, así como edificios históricos y atractivos turísticos.

El equipo de gobierno trabaja en concretar las actuaciones, que el alcalde de la capital, Ramón Fernández-Pacheco, pretende desarrollar en los próximos años, comenzando por este 2017 y por las calles adyacentes al Paseo. La de Correos (Conde Ofalia) y su prolongación hasta conectarse con la ya anteriormente peatonalizada plaza de los Burros (Marqués de Heredia), así como las callejuelas de conexión, de todo este espacio con la plaza Virgen del Mar, a excepción de General Tamayo, artería necesaria para garantizar la permeabilidad del tráfico rodado.

Esta parte de la actuación incorpora la plaza del Educador, en el mismo Paseo de Almería, conformando un triángulo con las citadas plaza de los Burros y Virgen del Mar. Pero la actuación que tiene en mente el regidor va más allá, extendiéndola a la zona de las Cuatro Calles y plaza de la Catedral, conectando de este modo con espacios liberados de tráfico en la anterior etapa y beneficiando así, entre otros negocios, a los múltiples bares abiertos en este núcleo de la capital. Calles como Lachambre, Padre Luque, Lucano, Séneca o Conde Ofalia entran de esta manera en la valoración municipal.

Puede decirse que el plan de actuación, que ha sido incluido en los presupuestos municipales de 2017 que el Partido Popular negocia con los grupos de la oposición, está cocinándose, si bien sigue las pautas propuestas por el Plan de Movilidad Urbana Sostenible para mejorar el tráfico pero, sobre todo dirigidas, a hacer de la ciudad un espacio más amable para sus habitantes, extendiendo la peatonalización y semipeatonalización desde el Paseo hasta la Alcazaba y el Puerto, ampliando su radio de acción a Obispo Orberá y Mercado Central, con tres etapas de actuación definidas y con el horizonte del año 2025.

Precisamente la primera etapa, a desarrollar en estos próximos tres años, coincide con la propuesta del equipo de gobierno con el casco histórico como epicentro, pero de la que se ha excluido, al menos por ahora, la peatonalización de forma parcial propuesta del propio Paseo. Será objeto de un estudio concreto, así como las medidas que en materia de tráfico tendrá que ejecutar el Ayuntamiento a la vez que va actuando en la peatonalización y mejora estética de calles, algunas afectadas por la zona azul o con entradas a garajes de edificios particulares, con la implantación, en aquellos casos que sea necesario, de un sistema de control automático de acceso -similar a los actuales pivotes-. Los coches deberán atenerse a los ejes longitudinales y transversales previstos, como la calle Reina, Real o General Tamayo. De este "área compacta" quedan, por tanto, excluidos, en esta primera etapa, la Puerta Purchena, Obispo Orberá, Paseo de Almería, plaza de la Constitución, Paseo de San Luis, Velázquez, Cervantes, calle Marín, Navarro Darax y Antonio Voco, así como la calle Reina hasta el Hospital junto a las también citadas Real y General Tamayo.

La peatonalización o semipeatonalización de calles y plazas del centro de Almería y también de su casco antiguo han ganado terreno en los últimos diez años, cambiando la fisonomía del área más comercial de la capital, y por ende, una de las más transitadas. Los últimos espacios reservados al uso exclusivo de los viandantes y que mejoraron su imagen gracias a los trabajos de pavimentación y embellecimiento fueron la calle Cubo (adyacente a la Catedral) y la plaza Granero. Fue en 2007 cuando el Ayuntamiento de Almería emprendió el que bautizó como Plan Centro, un programa de actuaciones que se aprobó en 2006. Las primeras calles en adoquinarse y cerrarse al tráfico rodado fueron Tenor Iribarne y Fructuoso Pérez, a las que siguieron otras muchas como Concepción Arenal, Castelar, San Francisco de Asís y Torres, junto al núcleo comercial de Reyes Católicos, el espacio peatonalizado más compacto y que ahora se pretende emular en la otra orilla del Paseo, saliendo esta vez beneficiados especialmente el sector de la hostelería.

La inversión total de este primer plan, que se desarrolló desde 2007 hasta 2012, superó los 6,4 millones de euros, con los que se pudo abarcar una veintena de calles. Son casi dos kilómetros lo que suman las calles peatonalizadas, a los que hay que añadir los 538 metros de las calles a nivel con tráfico compartido, como son Eduardo Pérez, Trajano, Marqués de Comillas, Lope de Vega y calle Beatriz, más 3.622 metros cuadrados de plazas.

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