Tribunales

En libertad con cargos los tres empresarios acusados de estafar a inmigrantes

  • Se les imputan presuntos delitos de estafa y falsedad documental por cobras supuestamente hasta cerca de 100.000 euros

El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Berja (Almería) ha puesto en libertad con cargos a los tres responsables de una gestoría de Adra (Almería), identificados como José Luis R.M., de 31 años, Soledad Belén R.M., de 27, ambos domiciliados en Adra, y María Dolores R.M., de 36 años y vecina de Roquetas de Mar (Almería), imputados de los presuntos delitos de estafa y falsedad documental por cobras supuestamente hasta cerca de 100.000 euros a unos 65 inmigrantes por el permiso de residencia en España.

Fuentes judiciales señalaron que los tres acusados, detenidos el pasado día 14 dentro dentro de la denominada 'operación Globo, realizada de forma conjunta por la Guardia Civil de Adra y la Policía Nacional de Almería, quedaron ayer en libertad tras prestar declaración en dependencias judiciales.

La citada operación arrancó hace cuatro meses para esclarecer una trama de venta de permisos de residencia a extranjeros tras la recepción de varias denuncias en dependencias de Policía Nacional y de la Guardia Civil sobre la posible tramitación irregular de permisos de residencia a extranjeros por parte de los responsables de una gestoría de Adra.

En el transcurso del operativo los agentes efectuaron un registro en la gestoría regentada por los detenidos y otro en el domicilio de la principal inculpada en los hechos, donde intervinieron abundante documentación y pruebas incriminatorias de los delitos investigados.

Según se desprende de las investigaciones realizadas por los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil, así como por la información aportada por las víctimas, los detenidos cobraban 1.500 euros a las víctimas por la promesa de conseguirles permisos de residencia para regularizar su situación en el territorio español.

Para la obtención de los permisos de residencia, los detenidos utilizaban contratos de trabajo, al parecer ficticios, que se tramitaban posteriormente junto con la documentación. Mientras tanto, los inmigrantes que habían realizado los pagos para la obtención de sus permisos esperaban su regularización aunque, ante la dilación de sus solicitudes y la desestimación de algunas de ellas, algunos optaron por presentar las correspondientes denuncias. 

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