Las escasas precipitaciones que se han producido durante este otoño-invierno traerán, según prevén los médicos, una primavera menos dura para los alérgicos que las pasadas. Aunque depende del tipo de alergia que se padezca, la lluvia puede beneficiar o perjudicar al enfermo. Como explicó la responsable de la Unidad de Alergología del Hospital Torrecárdenas, Carmen Moya, muchos almerienses ya han comenzado a sufrir los síntomas. Estornudos, picor de ojos y de garganta, rojeces en la piel y otras manifestaciones son algunas de las afecciones más comunes durante la primavera en los centros de salud y en urgencias. Y es que según dicen los expertos, el número de alérgicos en la provincia crece y cada vez son más los niños que tienen que convivir con ella. La mayoría por herencia de sus padres y antecesores, porque es una patología que tiene una fuerte carga genética. El número de pacientes va en aumento y se prevé que dentro de 15 años, el 50% de la población de Almería sufrirá algún tipo de alergia, e incluso varios a la vez.

El delegado provincial de Salud de la Junta de Andalucía, destacó que en la provincia de Almería, entre el 20 y 25% de los habitantes sufren alguna enfermedad alérgica. Con mayor frecuencia causadas por los ácaros del polvo (que pueden producir síntomas en cualquier época del año), pólenes como el olivo, las gramíneas y malezas, y en menor grado por alimentos, medicamentos, y picaduras de abeja.

El presidente la Sociedad Andaluza de Alergología, Alfonso Miranda, aseguró a este periódico que "los alérgicos, sobre todo los que viven en la ciudad, durante los meses de mayo a junio verán agravados sus síntomas sobre todo de la alergia al polen debido a la creciente contaminación, una de las posibles causas de que ahora haya más alérgicos que hace 20 años". En su visita a la capital, con una carpa informativa, recomendó a los almerienses que se acercaron al stand de la Rambla que "extremen el cuidado de su tratamiento, que no lo abandonen y que lo cumplan debidamente para evitar síntomas mayores".