Desde que la Junta de Andalucía pusiera en servicio el nuevo sistema de impulsión de agua de la Balsa del Sapo, hace unos dos meses, los niveles de agua se han reducido 1,30 metros. Así se desprende de los datos recabados en las últimas mediciones de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente.

Los dos bombeos que tiene en marcha la Junta de Andalucía, unidos a la climatología de las últimas semanas (el calor y el viento favorecen la evaporación) "han rebajado el volumen de agua estancada en las balsas a unas cotas de seguridad razonables, tanto para los vecinos como para los agricultores que tienen sus viviendas y sus explotaciones agrícolas cerca de ellas", según el delegado José Manuel Ortiz.

La reducción de los niveles de agua de las balsas ha sido posible gracias al nuevo sistema de impulsión que puso en marcha la Junta a mediados de febrero, con capacidad de bombear 500 litros por segundo. De esta manera, con el nuevo sistema y el que se puso en funcionamiento hace dos años, en estos momentos se están achicando unos 680 litros de agua por segundo.

En poco más de dos meses se ha conseguido revertir la situación creada tras las lluvias excepcionales registradas en el invierno 2009/10, que elevaron notablemente el nivel.