Almería

Los nuevos arboleanos celebran la boda real con una fiesta en la calle

  • Los británicos que residen en la localidad se suman a las celebraciones · Españoles e ingleses compartieron la jornada

Guillermo y Kate ya son marido y mujer. Como si de un cuento de hadas se tratara, la pareja que hace poco más de ocho años se enamoró mientras estudiaba en la Universidad de St. Andrews, la plebeya y el príncipe, celebraban ayer por todo lo alto su amor en una ceremonia seguida por 2.000 millones de personas y también por sus compatriotas en el municipio de Arboleas.

Se trata de un pequeño pueblo del bajo Almanzora, donde en los últimos años se ha instalado una numerosa comunidad británica, que han llegado incluso a duplicar la población del municipio. En barriadas como La Cinta, El Prado, o El Rincón, los extranjeros son los vecinos de toda la vida. A pesar de ello, la integración es total, muestra de las buenas relaciones es la fiesta que durante la tarde de ayer se celebraba en barriadas como El Rincón, para celebrar la boda real entre el príncipe Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton. Nos cuesta llegar, y es que tenemos que coger un desvío de las obras de la autovía del Almanzora para dirigirnos a la barriada. Pronto cogemos la carretera que nos lleva hasta El Rincón y en plena naturaleza, entre naranjos y limoneros, encontramos una bonita urbanización, engalanada con banderas inglesas. Juana Leiton y Juana Bircher, enseguida reciben a todo aquel que acude, son dos de las británicas que han movilizado a sus vecinos y han organizado la fiesta. Mesas en medio de la calle, cerveza y mucha comida, todo típicamente inglés. A pesar de la lluvia se resisten a tener que irse al salón social de La Cinta para celebrar la fiesta, así que con paraguas en mano, bailaron y cantaron hasta altas horas de la madrugada.

"Todo surgió en enero, cuando unos vecinos hicieron una fiesta en su casa al aire libre, pasamos un día fantástico y decidimos que había que repetir. El paso siguiente era buscar un buen motivo, y sin duda este lo es, se casa nuestro príncipe y nosotros estamos celebrándolo" explica Juana Bircher.

Entre los vecinos algunas pamelas, gorros con la bandera inglesa y una familia de arboleanos autóctonos que han llevado también su comida y se suman a la fiesta. "Nos gusta que estén aquí, son muy amables y han dado mucha vida a la barriada" explica Antonio Imbernón.

Entre tanto, los vecinos comentan el vestido de la reina de Inglaterra, "iba de amarillo, parecía un sol" Theresa Tilley. Otros destacaban los vestidos de los invitados y por sobre todas las cosas coincidían en que era un día importante, pero sobre todo, "una buena excusa para divertirse".

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