Estuvieron al borde de desaparecer hace unos años y la situación vuelve a repetirse al no haberse solucionado los problemas de los empresarios de playa, pese al traspaso de competencias desde el Gobierno central a la Junta de Andalucía. Los chiringuitos continúan siendo en Almería capital establecimientos ilegales al carecer de las perceptivas autorizaciones y, precisamente por ello, acaban de ser sancionados con multas de 14.000 euros contempladas en expedientes, además, que pueden derivar en el derribo de estas instalaciones. La situación es tal que el Ayuntamiento de Almería ha advertido al sector de que debe disponer de las licencias de concesión e invertir en los nuevos diseños para ofrecer un servicio de calidad en 2018, o "este será su último verano".

Es el contundente mensaje que ayer trasladó el concejal de Urbanismo en sus funciones de portavoz del equipo de gobierno, Miguel Ángel Castellón. Aunque el Ayuntamiento pocas competencias tiene -la potestad para sancionar a los chiringuitos que carecen de concesión es de la Administración General del Estado, por la ocupación del dominio público marítimo-terrestre, mientras que la Junta es responsable de conceder licencias y de las sanciones en caso de incumplimiento de las condiciones de la concesión-, su objetivo es que la costa capitalina ofrezca un "servicio de calidad en 2018", mediante la implantación de nuevas instalaciones con un modelo homogeneizado y, sobre todo, legalizado.

El responsable municipal ha hecho un llamamiento a las partes implicadas. Ofreciendo la colaboración municipal, de carácter técnico, a la hora de redactar proyectos, si no quiere el sector asumir el propuesto por el Ayuntamiento en 2013 por razones económicas -la inversión calculada en su momento era de 215.000 euros, aproximadamente-, le ha requerido a los empresarios de playa "acudir a obtener la licencia de concesión", paso que, al parecer, ninguno ha dado, recriminando a su vez a la Junta "no haber movido ni un solo papel" al objeto de resolver el "limbo jurídico".