Sequía

Las organizaciones ecologistas rechazan el trasvase del Ebro

  • Es preferible una solución temporal como el traslado del agua en camiones o, directamente, que haya restricciones

Las organizaciones ecologistas Greenpeace, Seo/BirdLife, WWF/Adena, Ecologistas en Acción y Amigos de la Tierra, han manifestado su rechazo profundo a la extensión del "ministrasvase" de Tarragona hasta Barcelona y aseguraron que es preferible una solución temporal como el traslado del agua en camiones o, directamente, que haya restricciones de agua en el área metropolitana de Barcelona durante algunas horas al día.

Al mismo tiempo manifestaron su preocupación por la nueva configuración del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y auguraron que si la nueva titular, Elena Espinosa, no da un "giro radical" a sus políticas habrá enfrentamiento con los movimientos sociales.

"Vemos con especial preocupación las políticas de agua y pedimos que el ministerio se comprometa cuanto antes a mantener una posición contraria a los trasvases entre cuencas", advirtió el coordinador de Ecologistas en Acción, Theo Oberhuber. También exigió el cierre de los acuíferos ilegales y una auténtica política de gestión de la demanda.

En todo caso, según estas organizaciones, la ministra ya ha anunciado un "trasvase" porque, a juicio de todas ellas, lo que pactaron ayer la Generalitat de Cataluña y el Gobierno es un "trasvase". "No se puede jugar con las palabras, manifestamos nuestra total oposición y creemos que a una situación coyuntural no se le debe hacer frente con medidas permanentes, como la tubería que correrá paralela a la AP-7 y no se desmontará", añadió.

Frente a ellas, planteó soluciones "más fáciles y domésticas", entre las que destacó el traslado de agua en camiones o la asunción de restricciones. "Tampoco habría pasado nada por qué durante unos meses se hubiera habido restricciones de agua en Barcelona durante unas horas, como ha ocurrido toda la vida en muchos territorios de España", compartió el director ejecutivo de Seo/BirdLife, Alejandro Sánchez.

A su juicio, la situación extrema no es la de Barcelona sino la del Delta del Ebro, ya por debajo del nivel del mar, con problemas de desalinización de suelo e interposición de cuña salina en el río hasta Tortosa. "Puede ocurrirle lo que al del Missisipi, que desapareció, y luego sus habitante en diques, vieron como Nueva Orleáns desapareció por un huracán", explicó.

En todo caso, advirtieron de que este trasvase no es como el planteado por el PP en el Plan Hidrológico Nacional (PHN) y criticaron a las comunidades del levante por utilizarlo como excusa para detraer agua del Ebro. "El trasvase del Ebro hablaba de detraer 1.000 hectómetros cúbicos para el regadío y la actividad económica del levante, mientras que ahora hablamos de 50 hectómetros cúbicos para uso de agua de boca", precisó.

Además, Sánchez recordó que el Gobierno de Zapatero sí ha aprobado otros trasvases, como el del Júcar-Vinalopó a Valencia o que la propia Comunidad de Madrid se abastece mediante tuberías que trasvasan agua entre cuencas. Del mismo modo, criticaron el blindaje de los ríos recogidos en diferentes estatutos de autonomía y defendieron la unidad de gestión de cuenca.

Más allá de la guerra del agua, el responsable de WWF/Adena, Juan Carlos del Olmo, lamentó que el Ejecutivo haya hecho caso omiso a su petición de habilitar una vicepresidencia de Sostenibilidad o un 'súperministerio' de Medio Ambiente. También se preguntan que ocurrirá con la política frente al cambio climático, en dos años claves en los que debe pactarse la reducción de emisiones en el horizonte de 2020.

"Un indicador importante de las intenciones del nuevo ministerio será el equipo que elija Espinosa y si incorpora o no a algunos del extinto Ministerio de Medio Ambiente", señaló, al tiempo que recordó que en el pasado la antes ministra de Agricultura bloqueó la reforma de la Ley de Aguas, dio su apoyo incondicional a la pesca intensiva y apoyó el cultivo de transgénicos.

Desde Greenpeace, Mario Rodríguez, advirtió también de la necesidad de conocer la postura de la nueva ministra respecto al cierre de las centrales nucleares, que podrá vislumbrase si este mismo año alumbra el de Garoña, en Burgos, cuya vida útil finaliza en 2009. Igualmente, apuntó que otro gesto en materia de protección de la costa y el medio marino sería el derribo del hotel del Algarrobico, en Carboneras (Almería).

Finalmente, Liliane Spendeler, de Amigos de la Tierra, dijo que el cambio de atribuciones junto con el nombramiento de la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, que proviene de la industria biotecnológica, hace pensar sobre la continuidad de apoyo a los transgénicos.

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