La presencia de los agentes de la Policía Local de forma habitual, especialmente entre las ocho y las nueve de la mañana, así como las continuas comunicaciones de incidencias que se transmiten los conductores de autobuses urbanos a través de las emisoras son una evidencia de que la rotonda construida bajo el Cable Inglés es un punto negro para el tráfico en horas punta en la capital almeriense. La ralentización y los atascos, incluso los accidentes por alcance, son continuos y así lo han confirmado a este periódico incluso los propios agentes locales.

Se trata además de una rotonda en la que con ocho accesos y solo tres carriles de circulación, soporta a diario un volumen de tráfico cada vez más creciente, pues es el paso hacia los barrios de El Zapillo y Nueva Almería, así como hacia la Universidad y a otros puntos de la capital como es la Vega de Acá o la Avenida del Mediterráneo, Sierra Alhamilla y el propio centro de la ciudad.

Ocho accesos para tres carriles, una clave de la dificultad que presenta para la circulación

La construcción de esta rotonda supuso en su día una solución para dar acceso desde el centro a la zona de Sierra Alhamilla y Cortijo Grande. Sin embargo, los problemas de tráfico aún no se han solucionado pese a que son menores.

Cabe recordar que la maxirotonda fue construida en el año 2014 después de intensas negociaciones con Adif para la cesión del suelo. Su apertura a la circulación contribuyó a la regulación al tráfico de cinco calles de la capital (Cabo de Gata, Carretera de Ronda, Sierra Alhamilla, Rafael Alberti , Artés de Arcos y para el aparcamiento subterráneo situado en el Parque de las Almadrabillas). Supuso un elemento de liberación a una de las zonas con más tráfico de la capital. Aún así, es uno de los puntos más conflictivos en lo que a accidentes se refiere. A diario en esta zona se producen alcances de vehículos que, habitualmente no hay heridos ni daños graves dada la lentitud con la que circulan los vehículos. El último accidente fue el pasado jueves cuando un turismo colisionó contra una moto y el conductor de la misma cayó al suelo, aunque no hubo que lamentar heridos y todo acabó con un parte amistoso.

La maxirotonda se diseñó con unos 83 metros de diámetro y con el objetivo de mejorar el tráfico de la ciudad y aliviar el paso de vehículos debajo del Cargadero de Mineral.