incompatibilidades

Desafío a los estatutos del PP

  • María Dolores de Cospedal y sus seguidores en Andalucía retan a la dirección de Juanma Moreno a las puertas de un congreso regional que se esperaba muy tranquilo

Los nuevos estatutos del PP, aprobado hace sólo dos semanas en el congreso nacional de Madrid, van a requerir de una lectura muy laxa, al menos en lo referente a las incompatibilidades de sus cargos públicos. María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP y ministra de Defensa, anunció ayer que aspira a contar con un cargo más en la estructura de su partido: el de presidenta de la organización en Castilla-La Mancha. A pesar de que el artículo décimo, que impide acumular más de un cargo orgánico de secretario general o presidente, la líder de los populares se presentará a la reelección en su comunidad autónoma y tiene grandes posibilidades de conseguirlo, ya que cuenta con el respaldo de sus provincias.

En este contexto, se explica que José Enrique Fernández de Moya, secretario de Estado de Hacienda y presidente del PP en Jaén, sostenga que cuenta con el permiso de Génova para presentarse a la reelección. "Se ha equivocado, porque con sus declaraciones ha retado a la dirección andaluza", sostuvo ayer uno de los dirigentes del PP andaluz. En un claro desafío a Juanma Moreno y al coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maíllo, situado como contrapeso de Cospedal, el de Jaén seguirá adelante con sus planes.

Cospedal, la jefa, los reta a todos, y también quiere ser presidenta del PP manchego

Juanma Moreno le contestó, desde Castilleja de la Cuesta, que el permiso para presentarse a un congreso provincia "sólo lo puede dar" el comité ejecutivo del PP, que es un órgano "colegiado". "No es un permiso personal, ninguna persona puede hacer una excepción, ninguna, ni el presidente del PP", añadió. "Tenemos unas normas y las cumplimos, no hay que buscarle tres pies al gato", zanjó. Fernández de Moya ya tiene competidor: el alcalde de Porcuna, Miguel Moreno, competirá por la presidencia del PP jiennense.

Lo ocurrido con la ponencia política y de estatutos del PP es de lo más extraño. En eso coinciden casi todos los consultados. No fue hasta este fin de semana cuando el partido comprobó que ese artículo sobre incompatibilidades impedía a los presidentes provinciales ser cargos en el Gobierno: sólo pueden tener responsabilidades institucionales en su propio ámbito de actuación. Los compromisarios votaron a favor de un estatuto de cuyo contenido no fueron informados en su totalidad los congresistas, un extremo del que algunos culpan a Martínez-Maíllo, que fue el ponente.

Como Fernández de Moya se encuentra otro secretario de Estado cercano a Cospedal: José Antonio Nieto, número dos del Ministerio del Interior, el que dirige Juan Ignacio Zoido. En teoría Nieto no podría optar a seguir en la presidencia del PP en Córdoba, pero él ha optado por un perfil bajo en este asunto. Es cierto que la dirección nacional, a propuesta de Moreno, como líder andaluz, tiene en su mano hacer excepciones a esta incompatibilidad, pero en Jaén le han retado al hacer público que ya cuenta con un visto bueno.

El otro caso es el de Antonio Sanz, presidente del PP de Cádiz, que es delegado del Gobierno en Andalucía, pero que cuenta con este permiso a priori ya que su ámbito de trabajo es el andaluz y tiene su sede de trabajo a pocos kilómetros de su provincia.

En el PP han comenzado a cambiar las cosas. A pesar de que el liderazgo de Mariano Rajoy no se discute, es más sólido que nunca, y de que el presidente del partido no desea ninguna fricción interna, algunos congresos provinciales pueden dar algún dolor de cabeza. Y esos cónclaves provinciales, que deben celebrarse antes del verano, van a repercutir en el regional, aunque esté convocado antes, para el 16 y 17 de junio en Málaga. Moreno intentó conjurar este riesgo: "Ahora mismo no corresponde, quedan meses para los congresos provinciales, y aún no están convocados".

Todos los presidentes del PP andaluz han realizado declaraciones a favor de la candidatura de Moreno, que de momento no ha intervenido en este asunto de las incompatibilidades. Al menos, de modo público. Su número dos, Dolores López, echó balones fuera el pasado lunes en su rueda de prensa habitual. Ella, sin embargo, es una de las pocas personas que ha dado ejemplo al dimitir como alcaldesa de Valverde. El líder de los populares en Granada, Sebastián Pérez, volcado con la candidatura de Moreno, sostiene que éste será el último congreso regional que se celebre desde la oposición. En su opinión, y es compartida por buena parte de la organización, ahora hay una oportunidad de volver a competirle al PSOE la Presidencia de la Junta. Como en tiempos de Javier Arenas, el apoyo popular no llega a tanto, pero el Parlamento está más dividido, con la aparición de Ciudadanos y de Podemos, por lo que las aritméticas de las mayorías son más numerosas. Antes, con sólo IU, el PP o ganaba por mayoría absoluta o no gobernaba: ahora es distinto, de ahí el interés de una parte del Gobierno andaluz por amarrarse el apoyo futuro de los naranjas con una entrada en un Ejecutivo de coalición.

Lo que menos le conviene, por tanto, a Moreno es un partido revuelto. A priori, el único problema era Sevilla, donde también se traslucían los problemas entre partidarios de Cospedal y los críticos, a lo que se une la rivalidad no encauzada entre los hombres de Zoido y los más cercanos a Arenas. Era el único congreso que se previa abierto.

En el reciente congreso nacional el único momento de tensión fue el generado por la enmienda contra la acumulación de cargos de Cospedal. A punto estuvo de perder, aunque a pesar de ello Rajoy la confirmó con el deseo de mantener al PP alejado de los líos internos de otras formaciones.

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