La organización a la que se le intervinieron más de tres millones de dosis de falsos medicamentos en la mayor operación europea contra el tráfico de anabolizantes y sustancias prohibidas en el deporte tenía su principal célula en la Costa del Sol, aunque también se desarrolló en las provincias de Alicante, Valencia y Valladolid, y estaba compuesta por siete personas y dirigida por un preparador del mundo del culturismo de proyección internacional que se encargaba de la distribución de sustancias por toda España y países del extranjero. Hubo 14 detenidos.

El laboratorio desmantelado se encontraba en Arroyo de la Miel, en Benalmádena. Allí se preparaban las sustancias, que no venían totalmente elaboradas. Algunas se encontraban en un blíster mientras que otras estaban en líquido. Los dopantes se envasaban para su posterior distribución a gimnasios. En otros casos, se llevaban a cabo envíos postales a distintos lugares. Uno de los puntos de distribución era un gimnasio de Fuengirola, según indicaron fuentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.

La red no sólo contaba con un laboratorio sino también con varios lugares de almacenamiento, a los que la UCO se refiere como un "supermercado" de productos de este tipo donde fue incautada una gran cantidad de los anabolizantes. La labor se basaba en la comercialización entre culturistas de sustancias sin control sanitario que provenían de China o la India. La banda llegó a realizar 3.340 envíos de estos medicamentos prohibidos a gimnasios de España y otros países, lo que le podría haber permitido ingresar alrededor de 500.000 euros en los últimos tres años. La operación comenzó en Francia en junio de 2016 con la incautación en el aeropuerto de París Charles de Gaulle de un paquete con productos dopantes.