Llegó a El Ejido en 1990, hace justo 25 años. María José González Salas, a sus 46 años, lleva más tiempo residiendo en Almería que en su tierra que la vio nacer: la provincia de Granada. Desde que 'aterrizase' prácticamente en esta tierra, su vida laboral ha estado relacionada con el ámbito agrícola, concretamente a una misma empresa, Mabe Hortofrutícola. En ella trabaja en el sector del manipulado. María José es envasadora de frutas y hortalizas. Además es una persona comprometida con sus compañeros, una característica que lleva a la práctica a través de su papel como delegada sindical de UGT y también como presidenta del comité de empresa desde hace ocho años y siendo reelegida recientemente para otros cuatro.

En su rol como defensora de que se cumplan los derechos de los trabajadores, María José González destaca la labor ejemplarizante de la empresa en que trabaja, "en Mabe se cumple con lo que estipula el convenio tanto en remuneración como en derechos y garantías de los empleados", señala. En su sector y en Mabe, esta granadina-almeriense no está sola. Como explica pertenece a una plantilla de en torno a 90 compañeros que son fijos-discontinuos, cifra que en plena campaña se incrementa hasta las 350 personas. "Las instalaciones se están quedando pequeñas y eso es síntoma de que las cosas se están haciendo bien".

María José tiene una hija de 11 años, y en un sector como el manipulado, a priori, parece complicado la conciliación de la vida laboral con la familiar. "Es un poco complicado, gracias a que tengo el apoyo de mis padres", explica la envasadora, si bien añade que Mabe Hortofrutícola es una empresa que da facilidades a las madres para contar con una reducción de jornada que permita poder llevar o hacer más llevadero el trabajo y el papel como madre.

Entre las aficiones de María José González destacan la fotografía y el senderismo; respecto a esta última actividad detalla que cada vez que puede y dispone de tiempo de ocio se escapa para realizar alguna ruta senderista.

Si bien esta trabajadora alaba el trabajo de Mabe Hortofrutícola en materia de recursos humanos, entiende que todas las empresas del sector no siguen esta línea, sino que apuestan por la precariedad. "El sector debería unirse para velar por los derechos y garantías de los trabajadores que al final revierten en la competitividad de una empresa", insiste. María José recuerda que el 31 de agosto caduca el actual convenio colectivo del manipulado y comienzan las negociaciones, "existe incertidumbre sobre la estabilidad en el empleo, sobre todo en lo que respecta a los eventuales, y también cierto temor a perder poder adquisitivo o derechos logrados a base de mucho esfuerzo en los últimos años".