Las innovaciones están a la orden del día en el sector agroalimentario almeriense. Una cualidad que, probablemente, sea una de las tantas que son ciertas a la hora de definir al principal motor económico de la provincia. Luego está la "valentía de unos trabajadores que es impresionante", explica Ismael Valero, delegado comercial de ASP Asepsia en la provincia.

Con 36 años ya lleva casi dos muy ligado al campo almeriense a través de esta empresa que ha sido capaz de dar una solución para uno de los grandes problemas de los agricultores: las distintas patologías propias de los cultivos, que a veces dan al traste con el trabajo realizado y, lo que es peor, con una enorme inversión.

ASP Asepsia se ha dado cuenta de los grandes beneficios que tiene la aplicación directa de ozono como desinfectante en el campo y sus especialistas comenzaron a trabajar hace ya tres años para dar un servicio real mediante este producto que se traslada mediante un novedoso sistema de aplicación desde el riego del agua ozonoizada.

"Estamos llegando muy bien a los agricultores y cada vez tenemos una cartera mayor de clientes. El boca a boca está siendo básico en esta andadura y ha sido el propio contento de los que ya tienen el sistema lo que está convenciendo a los que están llegando", explica Valero, madrileño de 36 años que habla maravillas de una provincia que lo ha acogido con los brazos abiertos y en la que ya se desenvuelve como pez en el agua. "Llevo seis años en ASP Asepsia y soy comercial, además de experto en sistemas de desinfección en la Industrias Alimentarias. A raíz de especializarnos en el ámbito agrícola me eligieron a mi como encargado y comercial aquí en Almería, donde la agricultura es una potencia", recuerda el delegado provincial de la empresa.

"Conocía el mundo agrícola, pero lo que más me ha sorprendido desde que llegué aquí a Almería ha sido que este sector parece que va unos años por delante de cualquier estudio. Además, cualquier innovación donde primero se desarrolla es en este campo", comenta Valero, quien además asegura que "no me costó nada adaptarme a la agricultura almeriense. Los clientes, en este caso los agricultores, dan muchísimas facilidades y son muy afables en el trato".

Los beneficios del agua ozonoizada son mucho. Entre ellos está que permite incrementar la productividad de las explotaciones entre un 15% y un 40% si se llevan a cabo las metodologías adecuadas y, para ello, está Valero y su equipo, por y para el agricultor porque, "en definitiva, su objetivo es el nuestro".