Lograr que el impacto sobre la planta y el producto sea inexistente, ese es el objetivo de cualquier firma que se dedique al control biológico, así que ese es el motivo que lleva a Koppert a trabajar para conseguirlo a través de la microbiología.

Sin la microbiología hubiera sido imposible desarrollar una solución tan revolucionaria como Panoramix, que supone toda una revolución en los tratamientos de semillas, que hasta ahora dependían en gran medida de los insecticidas y fungicidas químicos que sólo ofrecen resultados a corto plazo. La ventaja más impor ante del tratamiento biológico de semillas desarrollado por Koppert es que sus efectos beneficiosos son inmediatos y permanecen durante todo el ciclo del cultivo, siendo especialmente eficaz en cultivos extensivos como maíz, trigo y arroz.

No ha sido fácil llegar al descubrimiento de las soluciones microbiológicas, ya que se ha invertido mucho tiempo y dinero en conseguirlo. Todo este esfuerzo en investigación viene determinado por el convencimiento de que el 'residuo cero' debe ser un concepto puro y libre de confusiones.

Según explica Valter Ceppi, su director comercial, actualmente, el 'residuo cero' no ha calado aún en el consumidor, ya que la gran distribución no lo identifica visualmente en el punto final de venta como una calidad diferenciada. Se da la paradoja de que el 'residuo cero' es percibido por el productor como algo inevitable para estar al día, mientras que el consumidor desconoce el gran trabajo que es necesario desarrollar para hacerlo realidad. En esta paradoja influye mucho la clasificación tradicional que el comercio viene aplicando a los productos hortofrutícolas y que establece dos grandes familias.