Su vida ha transcurrido siempre en contacto con la agricultura. El apellido lo delata. Los Maleno han estado siempre ligados a esta labor a través del Grupo Femago. El nombre de la empresa es la fusión de tres familias históricas de El Ejido: Fernández, Maleno y Góngora. Desde pequeño ha estado en contacto con los pimientos, pepinos, tomates y otras verduras que entraban y salían de las naves de La Costa y Puesto Rubio. Ahora ocupa uno de los puestos de mayor responsabilidad en las subastas de la comercializadora.

Desde 2013 ejerce como Jefe de Ventas en esta alhóndiga, que es una de las históricas en el campo almeriense. Es el encargado de velar por el buen desarrollo de la subasta. Una especie de juez que vela porque se respeten los intereses de los agricultores y los compradores. Él mismo explica que "soy como un funambulista que tiene que conseguir que los productores obtengan la mayor rentabilidad posible, a la vez que los clientes logran precios razonables". No es fácil mantener este pulso todos los días, pero "gracias a la colaboración de todos los compañeros se consigue". La prueba está en la confianza que siempre han demostrado los agricultores en Femago, después de 80 años a su servicio. A las doce del mediodía le toca vender en las instalaciones de La Redonda; por la tarde, a eso de las cuatro, es el turno de hacer la misma operación en el centro de La Costa. Entre ambas subastas el volumen de mercancía alcanza los 250.000 kilos al día.

Sobre la actual campaña, Pablo nos cuenta que la primera parte, hasta febrero, "ha estado marcada por la tendencia de los precios". No obstante, "desde hace semanas las cotizaciones han mejorado considerablemente". La 2015/16 está siendo muy especial para él. Recientemente la Junta General de Accionistas lo ha designado, junto a Begoña Góngora, como el máximo responsable de la compañía. Ambos están al frente de la dirección estratégica en representación de todo el Consejo de Administración y sus accionistas. Pablo y Begoña son la prueba de que en el sector hortofrutícola de nuestra provincia existe relevo generacional y el futuro está garantizado.

Ha pasado por diferentes puestos en la empresa, lo que le permite tener una visión muy completa del funcionamiento de la misma. Primero fue pesador, después apuntador y a continuación comercial. Son muchos los buenos momentos, como también lo son los días de duro trabajo.