AGR Almeria

La planta ornamental también tiene relevo

  • Jogamar SL es una de las pioneras en este sector Hoy día, José Francisco Gómez, junto a sus hermanos, engrandecen el camino iniciado por su padre

La planta ornamental goza de buena salud en el campo almeriense pese a que al igual que la agricultura convencional, adolece de los mismos problemas a día de hoy, como la falta de concentración de un sector que provoca unas cotizaciones más bajas de las deseables para el gremio. En este contexto, si hay un referente en en la provincia esa es la empresa Explotaciones Ornamentales Jogamar SL, que comenzara su andadura en este negocio hace 35 años, cuando aún era inexistente esta actividad.

José Francisco Gómez, de 34 años, es uno de los herederos de este prolífico negocio que se ha hecho una marca importante en la planta ornamental del continente bajo la filosofía de la mayor calidad por encima de todo lo demás. Hijo del fundador de la empresa, José Gabriel Gómez, visionario y trabajador incansable, hoy gestiona la empresa junto a sus hermanos y el asesoramiento de su progenitor, una eminencia en el sector. José Francisco representa la juventud, el aire nuevo para esta parte de la producción bajo plástico de la provincia que tiene mucho que decir en el futuro. En Jogamar se producen y comercializan, especialmente, cuatro grandes variedades de plantas, como son: yuca, helecho, alocasia, ficus de forma y, la que es sin duda la joya de la corona, y de la que son los mayores productores en la península (en torno a 150.000 unidades por año): la kentia. Se trata de una planta especialmente atractiva a la vista, de hecho, es muy recurrente verla en diferentes espacios televisivos, en muchas ocasiones, en películas, ya que destila y aporta una gran elegancia ahí donde reside. Con un crecimiento lento, que ronda los 4 o 5 años hasta que alcanza su máximo esplendor, se trata de una palmera endémica de la pequeña Isla Lord Howe, en el océano Pacífico y ubicada 600 kilómetros al este del continente australiano. Producida especialmente en Canarias, Jogamar ha sabido aunar las condiciones necesarias para su crecimiento, obteniendo unos ejemplares muy cotizados por la extrema calidad que presentan, un reto que desde la empresa se planteó desde el primer momento y que ha sido conseguido con creces.

Sobre el sector, el joven asegura que este "es muy complejo. Competimos en Europa con un país como es Holanda, una potencia, y nos tenemos que diferenciar por el valor añadido. En nuestro caso esa es la clave y esa es nuestra manera de trabajar. La calidad tiene que ser extrema y jamás pondremos un producto en el mercado que no se corresponda con esta premisa. Nada de vender por vender", se muestra tajante José Francisco sobre una manera de afrontar este negocio, la que ha bebido de su padre, y que les ha llevado al éxito.

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