Movimiento asociativo frente a los responsables del futuro de La Molineta. La Plataforma Salvemos La Molineta, abanderada por el presidente de la asociación de vecinos La Palmera, se sienta hoy frente al concejal de Urbanismo, Pablo Venzal, para conocer el resultado del rediseño realizado para la denominada Corona Norte de la ciudad.

La reunión puede convertirse en el punto de inflexión para acabar con años de críticas vecinales y una intensa movilización ecologista con la única finalidad de evitar una espacio de ocio y recreo diseminado entre la Cruz de Caravaca, el Cordel de la Campita y la avenida Federico García Lorca. Así lo anunció el concejal de Urbanismo a los miembros de la oposión durante la celebración del último Pleno Ordinario. Venzal incidía en que la propuesta sería satisfactoria para todos, sin que hasta el momento haya querido puntualizar la propuesta que se pone sobre la mesa. Sí se refirió en el día de ayer el edil popular sobre los progresos en los desmontes que se están realizando en La Molineta. Más de una semana de trabajos sobre la denominada como Cueva de Conan y su entorno, y a otras pocas de que concluya el derribo de los espacios sobre los que se ubicará el Centro Comercial promovido por Carrida, el también teniente de alcalde de Almería reconoce que no ha llegado aún a dependencias municipales el informe de regeneración paisajístico demandado vía oficial por la Junta de Andalucía.

Será otro de los puntos que trate el movimiento asociativo, cuyo representante, Eusebio Villanueva, ha incidido en la necesidad de realizar una paralización preventiva sobre las obras mientras que se legalicen, aunque su demanda no ha sido tratada con la misma urgencia a través de las administraciones. Es la crítica con la que llegan los ecologistas a la oficina recientemente ocupada por Pablo Venzal, con las miras puestas sobre todo en el futuro a más largo plazo, el que todavía determinará cómo quede dibujada la Corona Norte, desde el punto de vista urbano y también de espacios libres, en el Plan General de Ordenación Urbana.

Uno de los últimos puntos por definir es la bolsa de unas 500 a 600 viviendas que está previsto construir en zonas muy próximas a los elementos etnográficos, paisajísticos, geológicos y naturales que hacen del espacio un enclave que proteger. La reubicación de los nuevos paquetes de suelo para urbanizar es la gran reivindicación de los colectivos que anteponen un espacio libre cohesionado al criterio de superficie. A partir de mediodía sabrán si su reivindicación ha sido entendida y asumida.