Un buen aficionado al ciclismo, Federo Gallardo, decide coger su bicicleta en la N-340 de la capital, a la altura del cementerio, y llegar hasta el barrio de Pescadería. El inicio es sencillo y, además, lo hace en poco tiempo. Este es un tramo recién hecho en el que salvo algún automóvil de vez en cuando, no se encuentran puntos negros. Hasta la rotonda de los Ángeles apenas tarda tres minutos. Pero en ella se encuentra con un problema, no hay carril bici que enlace con el ciclo-calle de la Rambla Amatisteros. Consigue rodear la rotonda como puede y tras circular entre los vehículos a motor llega hasta la Rambla Federico García Lorca. En ella, un tramo de un kilómetro debería conectarlo directamente con el carril bici de la Avenida Nicolás Salmerón, pero no es del todo así, pues los semáforos lo impiden. Entre espera y espera, el tiempo ya se ha alargado a más de un cuarto de hora. Federo completa el recorrido con más de 20 minutos transcurridos para cruzar de Norte a Sur la capital. Ya está en el barrio de Pescadería. Aunque la pendiente es cuesta abajo. Lo suyo le ha costado.

Los usuarios de este tipo de vía se quejan de que les resulta imposible conectar desde las afueras o barrios periféricos con el centro sin tener que pisar la calzada. Javier Martínez, representante de la asociación ciclista Alpedal , lo explica de la siguiente forma: "En muchos sentidos, tanto de seguridad como de contaminación, y varias razones más, es importante que una ciudad esté bien comunicada mediante carril bici. En Almería es una odisea conectar entre los tramos construidos porque hay que pisar calzada tras calzada. Llevamos mucho tiempo pidiendo conexiones y más kilómetros de carril para bicicletas".

Para que no haya este tipo de inconvenientes, el Ayuntamiento de Almería anunció que crearía un circuito de carriles de bicis que permitiera conectar el cementerio con el Parque Nicolás Salmerón. La capital cuenta en la actualidad con algo más de 25 kilómetros de carril bici repartidos en 11 tramos. El más largo se encuentra situado en El Toyo y cuenta con 9.500 metros de longitud. Es uno de los preferidos por los almerienses, pero tampoco consigue conectar con ninguno que pueda llevar a la periferia de la ciudad y, de ahí, a cualquier barrio de esta. El más pequeño es el de Padre Méndez. Un oasis en mitad del asfalto de apenas 400 metros que no conecta con ningún otro carril bici. Uno de los más recientes es de la Vega de Acá, de 2.000 metros. El carril bici más transitado de todos es el que une la Universidad de Almería con la Nueva Almería, cerca de 1.000 almerienses hacen esta ruta , triplicándose cuando llega el fin de semana.

En comparación con el resto de las ciudades de Andalucía, Almería no es una ciudad retrasada en el empleo del carril bici. Deja muy atrás a otras como Jaén, que apenas cuenta con 11 Kilómetros; a Huelva, que tiene 14; incluso a Cádiz, que tiene siete (está construyendo 22 más) y se encuentra equiparada con otras ciudades de mayor tamaño como Granada o Málaga, con 26 kilómetros de carril bici cada una. Sin embargo, se queda muy por detrás de otras. Córdoba cuenta en la actualidad con un circuito de 52 kilómetros y Sevilla se va hasta los 120. Hay otras ciudades españoles que bien por su gran población o por el cambio de conciencia con respecto al uso de las bicicletas, dejan a Almería desbancada. Caso de Madrid con 220 kilómetros, Barcelona con 170, Vitoria con más de 90 o incluso San Sebastián, que llega a los 50 kilómetros de carril bici.