Almería

El premio 'Almería, tierra de cine' pide que "no cambien los cortos por los largos"

  • Enrique Cerezo recogió su galardón e hizo un repaso desde sus inicios hasta su situación actual. El productor señaló que su único trabajo como director rodado en la provincia "no tiene valor creativo, pero sí sentimental".

En una calle céntrica de Madrid, concretamente, en la Infanta Mercedes, Enrique Cerezo comenzó un largo periplo por el mundo del cine. Era con el filme Un millón en la basura, cuando el prolífico productor se dio cuenta de su verdadera vocación y se estrenó en un plató de rodaje. De esta forma, recordó el homenajeado de este año sus inicios y recogió ayer el premio Almería, tierra de cine en el Auditorio Maestro Padilla.

Su primer puesto como meritorio o aprendiz lo llevaron a ascender poco a poco y a ejercer distintas profesiones como cámara, exhibicionista, distribuidor... Cerezo, antes de tener el trofeo en sus manos, se dirigió al público para ofrecer unas palabras: "No hay mejor regalo que se acuerden de ti. Quiero expresar mi agradecimiento por el privilegio de tener este premio".

El productor señaló que no había "sol, frío, noche y agua" para que su ilusión se desvaneciera porque "era lo que me gustaba y era un privilegio poder compartir mi profesión con actores, directores técnicos... en definitiva, grandes amigos".

El homenajeado no dudó en recordar las largas temporadas que estuvo en la provincia porque "era la capital del cine mundial y realizaba 3 ó 4 viajes a esta gran ciudad".

Cerezo no dudó en hacer referencia a una labor de recopilación de vídeos del pasado cinematográfico español y algo del internacional que lleva realizando desde hace años: "Hemos podido comprar 7.000 títulos de películas y ya contamos con un archivo bastante importante. Llegan en un estado de conservación bastante lamentable y nuestro trabajo es dejarlo como el primer día porque estas películas forman parte de nuestra vida".

También aprovechó la oportunidad para poner en valor el cine español: "Nuestro cine está teniendo un gran reconocimiento en los Oscar en los últimos años, por encima de Italia y Francia, porque es muy creativo. Cada película que llega a cartelera es un logro".

Sobre el certamen, Cerezo recomendó al presidente de la Diputación, Gabriel Amat, y a todo el público que "no cambien un festival de cortos por uno de largos porque es el comienzo de todo. Animo a los cortometrajistas premiados que continúen en esta profesión para así disfrutarla juntos". Tampoco se olvidó de "técnicos y trabajadores de Almería de los que me siento orgulloso de haber rodado con ellos".

Enrique Cerezo se mostró reivindicativo anoche con la figura que él representa: "El productor está muy desconsiderado. Muchos proyectos no habrían visto la luz sin su trabajo. Las subvenciones que hay en España no han evitado que muchos hayan tenido que hipotecar su patrimonio".

El documental que rodó y que fue su único trabajo como director, La sonrisa del sol: Almería, se proyectó al final de la gala. El productor asegura que "no tiene valor artístico, pero sí sentimental y nostálgico. Pueden ver como era Almería en los setenta". El homenajeado concluyó: "Enrique Cerezo nació en el cine, vive en el cine y morirá en el cine".

Antes de la gala, algunos de los presentes posaron para inmortalizar su paso por el X Festival Internacional Almería en Corto. Eva Almaya, Alberto Albella, Francisco Conde, Carmen Ruiz (presentadora de la gala), Carlos Pérez Siquier, Paco Barrilado y distintos políticos locales, entre otros, fueron la imagen del photocall.

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