Almería

El embrujo del beso Atlántico

  • Juan Antonio Martín Cuadrado es libre al lado del mar, por eso ha conocido distintas rutas como la que realizó Cristóbal Colón · En estos momentos está en la Martinica a bordo de su barco 'Vagabundo'

Apenas tiene conexión con el mundo que escapa de su burbuja de libertad. Pero cuando lo hace, al lado de su nombre, Juan Antonio Martín Cuadrado coloca el de su barco. Vagabundo es el protagonista de las historias con las que ha crecido, las que ha soñado y las que le quedan por llevar a cabo.

La historia y experiencia de este hombre que sueña con un horizonte abierto comenzó hace tiempo. La aventura llamó a su puerta y experimentó con el cine y el alpinismo, pero fue un accidente de moto el que le acercó al mar. Ese océano abierto que adora y al que dedica parte de su vida. Acaricia las olas sobre una tabla de windsurf, y más tarde adopta en su familia a Vagabundo, un buque de ocho metros de eslora, al que describe como "las alas de mis sueños". Junto a él ha navegado el Atlántico en seis ocasiones y su diario de a bordo ha dado lugar a un libro: Un sueño en el horizonte (Editorial Juventud). Francisco López, su compañero de trabajo en el Ayuntamiento, le conoce a la perfección. La primera vez que se vieron fue en el año 1980, o igual en el 81 A veces bailan las cifras el vals del olvido. "Entonces él no tenía estas ideas, pero fue a finales de los años cuando compró su primer barco y empezó a competir, como aficionado, en diferentes regatas". Quinientos años más tarde que el navegante universal, decidió seguir la estela marcada por Cristóbal Colón y en 1992 comenzó en solitario la travesía del Atlántico. Era el V Centenario.

El Gran Prix es su última aventura. Salió de Lanzarote y en estos momentos está en Martinica. "Todos los que se apuntan a esta regata se enganchan a ella", explica López, "tienen una cobertura importante de seguimiento de barcos por satélite". Mientras espera el momento en que el viento sea favorable, aprovecha para conocer más a fondo el decorado caribeño. "Todo lo hacen a vela excepto cuando arrancan el motor a la hora de entrar en Puerto". Antes de la salida, "hablamos mucho del tema, en Almería me comentaba las inquietudes que tenía". "Su pasión es el mar... y en ello está", manifiesta.

Y como quiere hacer partícipes a todos sus amigos de sus vivencias, ha escrito un libro en el que cuenta "su manera de ser y de pensar y cómo el océano es una liberación para él". "Es una manera de salir de la rutina, del trabajo... y a él le gusta mucho la libertad". A la hora del viaje, hay que cuadrarlo todo. Para que encaje. Igual que el sol, cuando se acuesta en el horizonte que rescata el cielo.

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