Medio siglo de documentos bajo llave. Desde 1919. Se dice pronto. El Archivo Histórico Provincial guarda en 3.000 metros cuadrados tal cantidad de archivosque en línea recta cruzarían la capital almeriense de punta a punta, pues allí quedan depositados siete kilómetros de hojas y carpetas.

Hay documentos de todo tipo: poderes, testamentos, capitulaciones matrimoniales o archivos personales. "Hay gente que viene a consultar lo que le dejaron en herencia abuelos o bisabuelos, otros que pretenden saber el espacio que antaño tienen sus tierra, , el archivo histórico encierra documentos que han perdido su vigencia administrativa pero otros muchos que pueden ayudar a los ciudadanos, administraciones e investigadores", manifiesta María Luisa Andrés Uroz, actual directora del archivo.

Para entender mejor el uso de un archivo histórico hay que remontarse a la Segunda República Española. El 12 de noviembre se creó un decreto por el cual los protocolos centenarios producidos por los distritos notariales de cada provincia deberían ser recogidos en un edificio.

El Archivo Histórico Provincial se creó en 1032, siendo el primero de estas características en hacerse efectivo en la provincia de Almería. Desde entonces, este archivo ha ido ampliando sus fondos. Primero llegaron los protocolos y, después, documentación producida por las delegaciones provinciales y otros organismos dependientes del estado. En actualidad, estos archivos se rigen por un convenio de colaboración entre el Ministerio de Cultura y la Junta de Andalucía.

Estos edificios documentales son continua fuente de estudio por parte de genealogistas, investigadores de la historia del arte, de la literatura, de la economía o de las instituciones que defienden la importancia de la conversación de la documentación. Todos los ciudadanos tienen derecho a revisar esta parte de la historia de Almería. En sus inicios, el archivo va a permanecer en la Plaza Vieja. Sin embargo, en mayo de 1937, un bombardeo dejó caer una bomba cerca de la casa de Don Onofre y dejó las instalaciones en un estado lamentable.

El arquitecto almeriense Langle, se encargó de realizar un informe de lo sucedido y sugirió una nueva ubicación. Pero todo siguió igual hasta el final de la Guerra Civil. En 1949 se trasladó a unas dependencias municipales en el número 16 de la Calle Murcia y después a la Avenida de la Estación. En la actualidad, desde 1990, el archivo se ubica en el casco antiguo de la ciudad, en el palacio de los Vizcondes del Castillo de Almansa.

Allí, una gran riqueza documental albergada en 60.700 unidades de instalación, con una cronología que parte desde principios de XVI y llega hasta la actualidad.

Sin ir más lejos, en 2011 se realizaron más de 4.000 consultas y 34.000 reproducciones de documentos. Todos ellos custodiados bajo unas estrictas medidas de seguridad y conservación.

Se regula la temperatura y la humedad a la que se conservan los documentos, algunos de ellos en un estado tan deteriorado que se romperían con tan solo tocarlos. Por ello, un laborioso trabajo de digitalización está contribuyendo a salvaguardar para la historia un archivo indispensable.