Almería

La cultura del Argar a través de los ojos de Hermanfrid Schubert

  • El maestro arqueólogo alemán impartió una conferencia en la que los asistentes conocieron los entresijos de la civilización que ocupa este yacimiento almeriense

Con la sencillez de los sabios y la erudición de los humildes grandes maestros, el arqueólogo alemán Hermanfrid Schubert correspondió el pasado viernes al homenaje tributado por el Ayuntamiento de Antas en reconocimiento a su extraordinaria contribución al conocimiento de la cultura argárica, con la amena e instructiva conferencia La Cultura del Argar a través de Luis Siret y Pedro Flores.

En el devenir de su charla ilustrada con diapositivas que hacían más perceptibles los trabajos de Schubert y los hallazgos logrados durante su estancia en España, los asistentes al acto que llenaban el Salón de Usos Múltiples efectuaron un retroceso histórico a la Edad del Bronce de la mano del prehistoriador y arqueológo.

Siempre con las figuras de Luis Siret y de Pedro Flores, algunos familiares de éste último entre los asistentes y su bisnieto Julián Pérez Flores como asesor cultural del Ayuntamiento antuso, el Doctor Hermanfrid Schubert argumentó y consolidó a El Argar como enclave de una cultura que en un principio se pensó extendida por toda la península ibérica, si bien estudios posteriores corroboraron lo que Schubert y otros colegas habían anticipado: que la civilización argárica estaba circunscrita al sureste de lo que hoy conocemos como Andalucía y Valencia.

No obstante, el que fuera director del Instituto Arqueológico Alemán de Madrid, concluyó y así lo expone en diferentes escritos que la prehistoria hispánica terminaba en el Argar. La manipulación del bronce, atestiguada por las numerosas herramientas y moldes hallados para la fabricación de hachas, copas, diademas y otros utensilios, es un significado avance en la evolución de la civilización.

De otro lado, bajo el supuesto de que la desembocadura del río Antas tenía una enorme extensión y que probablemente ocupara lo que hoy son las afueras de la localidad, no resultaría descabellado creer que fuese un puerto utilizado principalmente por los fenicios quienes probablemente propagaran herramientas, armas y otros enseres en sus travesías marítimas comerciales.

Respecto a la construcción y forma de vida de los habitantes del Argar, Hermanfrid Schubert pone de relieve la adaptación a los recursos disponibles. De ahí las viviendas en las paredes de los cabezos y la pregunta de por qué no en la llanura y el esfuerzo en subir grandes piedras a las laderas. Para Schubert la respuesta está en que habían de defenderse y no precisamente de enemigos venidos de lejos, sino de los llegados de poblaciones cercanas, algo que, según el Doctor Honoris Causa por la Universidad de Madrid, siempre ha sucedido a lo largo de la historia.

En palabras de un excepcional conocedor de El Argar, aún queda mucho por investigar y debería continuarse con la labor de explorar lugares que a buen seguro ofrecerían más información argárica de la hallada hasta el momento.

Así mismo, Hermanfrid Schubert subrayó la necesidad de preservar un 'tesoro' arqueológico, amén de divulgar mediante un museo lo que enseñó hace miles de años una cultura que tomó asentamiento en lo que hoy conocemos como Antas.

Finalizó el acto de homenaje a Schubert con la entrega de una placa a cargo de la alcaldesa antusa, Isabel Belmonte, un recuerdo al bisnieto de Pedro Flores.

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